-Historias Dark Hunter- Capitulo 25 Por melo3m

martes, julio 05, 2011

La primera noche de Melo en Nueva Orleans había sido una pasada. Una increíble sesión de sexo de mano de Kyrian, el reencuentro con las chicas, otra increíble sesión de sexo con Kyrian y con difíciles esfuerzos a la hora de separarse, quedaron en verse otra noche no muy lejana. ¡La eternidad era demasiado extensa como para desaprovecharla!
Así que se encontraba en plena ducha antes de dormir por todo el día cuando escuchó como aporreaban su puerta. Salió envuelta en una de sus toallas y en la mirilla se dio cuenta que eran sus amigas las que estaban al otro lado de la puerta y Zarek tenía a Lau entre sus brazos en un estado un tanto crítico. Se apresuró a abrir:

-¿Qué ha pasado?

-Al parecer la raptaron cuando se fue del Santuario. Nunca antes nos habíamos encontrado con algo así. Su olor corporal no es el habitual…-dijo Dangermel

-Si, lo noto. ¿Cómo la encontrasteis?

-Me llamó, y mediante el GPS de su teléfono pudimos encontrarla a tiempo. Esta llegando el amanecer, por lo que hoy dormirás con visita-dijo Kaede

-No sabemos nada de Talon, y el innombrable se puede ir a chuparse un pie porque tampoco sabemos nada de él… Así que te toca hacer de curandera cuanto antes o tu perdida de poderes, aunque lenta, empezará en breves-apuntó Artie

-Iros a acostar, yo me quedaré con Lau. Paolo-dijo a su escudero, que se incorporaba a la sala- sácale una muestra de sangre, tenemos que saber que es lo que le han inyectado y a que nos atenemos.

***
-Deberías descansar-dijo Danger somnolienta entrando a la sala en la que Melo esperaba los resultados del líquido que le había sido inyectado a Lau

-¿Qué hora es?

-Casi las 3 de la tarde… ¿Le queda mucho a eso?-arrugó el ceño viendo la extraña máquina que usaba Melo. En ese momento un sonido respondió a su pregunta- ¿Y el resultado es?

-Pasión-dijo Melo observando los resultados impresos por la máquina- Alguna vez Acheron nos ha comentado que era una potente droga de la Atlántida pero esto no se consigue así como así y mucho menos creo que haya llegado misteriosamente a manos de unos Daimons cualquiera

-Cierto-dijo Zarek entrando al cuarto- Melo, deberías descansar

-¿Sabéis? Tenéis razón. Encargaros de que cuando Lau despierte tenga algo ahí fuera que se pueda tirar hasta hartarse, porque después de sedar, sube increíblemente su deseo. Me voy a dormir

Melo se dejo a sus amigos mirándose con una sonrisa socarrona bailando en sus labios y entró en su cuarto, refugiándose en sus suaves y delicadas sábanas, y en ese instante, cayó rendida en los brazos de Morfeo

Horas más tarde despertó e increíblemente no había un solo ruido en toda la casa. Descubrió que el resto de Cazadores se habían marchado y únicamente encontró a Paolo en el comedor jugando con la consola

-Que divertido, Paolo… ¿Para esto te pago?-dijo Melo socarrona

-Bueno, hasta que mi princesita creta favorita no despertase, no tenía nada mejor que hacer-dijo con una sonrisa- Tienes tus cosas preparadas en el vestidor. Y he ido a recogerte unos zapatos nuevos que te van a encantar

-Como me hayas traído botas de motera como todas estas, te rajo. Sabes que soy diferente-rió

-A eso exactamente me refiero con que te van a encantar

El escudero se levantó del sofá y arrastró a la cazadora con el hasta el enorme vestidor en el que había adecuado todas las cosas de Melo, incluido su pequeño arsenal de sais. Se dirigió al mueble en el que se encontraban los zapatos y sacó unos zapatos negros con plataforma del mismo color y que dejaban ver el dedo gordo e iban rematados con un sencillo y delicado lazo. Los giró delante de su cara

-Bonitos, ¿verdad?-Melo asintió- Y letales

Golpeó el interior acolchado donde iría el talón y salieron unos pequeños cuchillos que poco después se escondieron sin dejar rastro alguno de que había algo oculto. Melo abrió los ojos y la boca simultáneamente.

-Flipante

-Sabía que te encantarían

-¡Gracias Paolo!-depositó un beso en su mejilla y lo invitó a salir del vestidor.

Se puso su camiseta de manga larga con escote de barco, muy al estilo grease y unos pantalones de pitillo de cuero, y para rematarlo, estrenó los zapatos que le había traido su escudero. Los probó golpeando el suelo únicamente con el talón y vió como salia la pequeña cuchilla y sonrió. Terminó de vestirse con una de sus enormes pulseras que cubrían la marca de Artemisa por completo e introdujo sus sais en la cintura. Le gustaban mucho esas armas, porque eran sencillas de llevar y sabía dominarlas como ningún otro de los cazadores.

Se despidió de Paolo y fue al Santuario montada en su Kawasaki Ninja azul eléctrico. Esa moto nunca pasaba desapercibida, pero cuando se daban cuenta que la que conducía era una mujer, la impresión era aun mayor. Estaba enamorada de su Lamborghini, pero su Ninja era su pequeña niña mimada.

Le sorprendió encontrarse con un grupo de Daimons dos calles antes de llegar al Santuario. Aparcó y fue sigilosa tras ellos. Iban persiguiendo a una mujer embarazada, la cual cada vez imponía un ritmo mayor escapando del grupo de rubios. Cuando la mujer se perdió al cruzar una calle, Melo llamó la atención de los demonios

-¡Eh! ¿No preferís algo de carne fresca antes que una mujer con semejante bombo?-puso su sonrisa triunfal y los brazos en jarras, tocando sus sais por encima de la tela de su camisera

-¡Valla! Últimamente tenemos demasiadas cazadoras con las que entretenernos. Tendremos que empezar a deshacernos de vosotras-dijo el más alto de ellos

-¡Oh! Eso lo veremos-dijo Melo sacando los sais de su escondite

Se lanzó sobre el daimon que se había dirigido a ella y clavó una de sus armas en la mancha de su pecho. Para su sorpresa, el solo se echo para atrás y se rió, sacándose el mismo el sai y mirándolo como si le hubiese hecho cosquillas. Melo lo miró perpleja, pero decidió encargarse de los dos daimons que tenía a sus lados, tratando de amedrentarla. Golpeó el suelo con su tacón y con una patada fulminó a uno de los daimons, mientras con el impulso clavaba el sai que aun tenía en sus manos en el corazón del otro. Ambos se deshicieron delante de ella. Se quedó mirando al daimon que quedaba por exterminar y este le dedicó una sonrisa socarrona mientras sacaba una pistola. Le dio tiempo a ver que contenía varias botellas con un líquido amarillento como el que le había sido inyectado a Lau

- Me quedo con esto-dijo contemplando el sai que le había clavado Melo -Dale saludos a tu amiguita Lau, cazadora

En ese momento, disparo un dardo con una botellita de liquido amarillo en su extremo, pero lo que no se esperaba es que Melo con sus poderes lo parase y apareciese intacto en su mano. Ella sonrió

-Me lo tomo como un intercambio- Y justo cuando iba a atacarle de nuevo en busca de su punto débil, desapareció.-¡Mierda!

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