-Historias Dark Hunter- Capitulo 26 Por DangerMel

miércoles, julio 06, 2011

Ash me llevó hacía el interior de una de las habitaciones que habían en el santuario. Estaba nerviosa...muy nerviosa.

-¿De que querías hablar conmigo T-Rex?- pregunté como quien no quiere la cosa.
-Pues...¿Que hacías en casa de Zarek?- ¡Venga ahí! Directo al grano.
-Pues con todo el lío de que me apuñalaron, el viaje relámpago y todo eso, se me olvidó alquilarme un hotel o comprarme una casa el tiempo que estuviera aquí- aquello era parte de la verdad.
-Humm...-dijo pensativo.- y saltarse la norma de no follarse a un Dark Hunter tampoco estaba en tus planes ¿verdad?

Me quedé más blanca de lo que ya era. ¡Mierda, mierda y más mierda! Tener al jefe enfadado no me hacía ni puta gracia.

-¿No dices nada? ¿Se te ha comido la lengua el gato?- murmuró ante mi silencio.
-¿Que quieres que te diga? Te digo que no? ¿con eso te quedarías contento?- dije con sorna.
-No me vaciles Danger, no juegues con eso...- lo dijo con la voz tan seca que me dio miedo. -Sabes que esa es una de las primera normas que la zo... digo Artemisa os puso. Una gran jilipollez a decir verdad, pero yo estoy aquí para advertirte sobre ello y sabes que puedes perder mucho en esto. Yo no diré nada Mel, pero ten cuidado porque Artemisa acabará por descubrirlo- me pareció oir que decía en voz baja "siempre esta dando por culo la perra" y casi suelto una carcajada, pero no hubiera sido acertado.
-Lo siento Ash, pero... ¡Necesitaba un buen polvo tío!- solté- Allí en barcelona no hay nada interesante que ver y aquí tengo un muy buen panorama, perdona que sea tan directa. Pero es que no puedo evitarlo. Después de cortar las pollas de esos miserables rubitos, también te entrá el pensamiento, no de cortarlas, si no de metertelas. Soy así no puedo remediarlo y lo sabes. Llevas siglos lidiando conmigo, ya deberías conocer mis "necesidades". Porque a ver.. no es que sea una nimfomana ni nada por el estilo es solo que me gusta el sexo bueno, me gusta fo...
-¡Para, para, para! No necesito que seas tan explicita- dijo tapandose los oídos mientras cortaba mi perrorata.- Todos tenemos necesidades.- cuando dijo eso no pude evitar mirar lo que había debajo de su ombligo, que estaba... ¡completamente erecto! Por los dioses! Ya me estaban entrando los calores de la muerte.
-Creo que será mejor que me vaya- reí para mis adentros. No creo que a mi Artie le hiciera mucha gracia que me trajinara a su perdición.
-Si mejor, porque uno no es de piedra- murmuró totalmente tenso.

Salí de allí con una sonrisa en mi rostro. No podía evitar ser demasiado explícita y menos cuando me daba el vómito de palabras. Era como una marabunta que salía de mi interior y comenzaba a decir cosas que a lo mejor no estaba ni pensando.

***

Por todos los dioses...¿Que mierda pasaba en nueva Orleans con esos malditos rubitos? En dos días que llevábamos ya la habían liado. Lau fue a encontrarse con un rubito con una droga que podía afectarnos, pasión. ¡Toma ahí! Ahora la pobre cuando se levantara estaría más cachonda que una gata en celo y a saber lo que podría llegar a ocurrir, porque hubiera quien hubiese a su alrededor, hombre o mujer, seguramente acabaría montandoselo con todos. ¡Que suertuda! YO quería una momentazo así, una orgía, pero eso sí, a mi me gustaría más estar rodeada por un haren de hombres sexys, todo lo que los Dark Hunters que habían por mis alrededores eran. A Melo también la habían intentado atacar con la misma droga, pero ella había sido más lista y no se como lo hizo, pero se llevó en sus manos un dardo repleto de aquella droga.

Era imaginarme la escena que ocurriría si a mí me la inyectaban y podía notar y oler la humedad entre mis piernas. ¡Por los dioses! Sería delicioso estar con todos esos hombres, retozandome con ellos, uno detrás del otro, o con dos a la vez..¡No! ¡Mejor que sean tres!

-¿Mel que estás pensando que te veo muy concentrada?- preguntó Melo sacandome de mi ensoñación.
-Eh...¡Nada!- dije demasiado entusiasmada, así que no coló.
-Quien nada no se ahoga!
-Ja, Ja...Muy graciosa
-Que estabas, pensando en orgías o algo por el estilo.
-¡Sal de mi cabeza!- murmuré melodramáticamente.
-No estaba en ella capulla, pero me lo acabas de confirmar tu misma- ¡pillada!- La verdad es que molaría una orgía con todos estos buenorros Dark Hunters ¿no? Si me hubieran inyectado esa droga habría disfrutado como una nimfómana.
-Ahora en serio Melo...¡Estaba pensando exactamente lo mismo!- las dos comenzamos a carcajearnos estruendosamente. Parecíamos dos locas, tanto que Kaede, Artie y Fletcher que andaban por ahí, nos miraron con pánico en sus ojos.
-¿Podemos unirnos a vuestra fiesta personal?- murmuró ARtie.
-Por supuesto. ¡Aimee ponme un buen pelotazo por favor!- grité.- Que pena que no nos afecte el alcohol, voy a tener que buscar algo que me lleve al otro mundo, a ese en el que nada importa- dije nostálgica.
-Yo me apuntaría eh Mel- dijo Artie- esto de no poder pillar una buena cogorza es una mierda. A lo mejor esos Daimons saben de más drogas ¿no?

Artie y yo comenzamos una conversación. Trajinando planes para conseguir algo que nos emborrachara, colocara o algo por el estilo, para pasar un buen rato. en eso envidiaba a los humanos. El como se divertían. Me apetecía una noche de esas, de beber, pillar una cogorza, reír sin parar y olvidarme de todo por unas horas. Aunque bueno el problema sería si nos encontrabamos a un Daimon estando "borrachas", a lo mejor no perdíamos nuestro toque maestro.

-Quereis dejar de decir tonterias?- murmuró Kaede- Vaya dos Yonkis estais hechas tías.- rió.
-Es que Mel tiene razón. ¿No os gustaría una noche de fiesta así?
-No estaría mal, pero por desgracia no podemos emborracharnos- murmuró Fletcher.

Todas nos quedamos pensativas. Pareciamos mongolitas la verdad. Anda que pensar en enborracharnos... ¡Vaya tela!

-Bueno borrachitas, yo me voy a cortar huevos por ahí- sonreí- Que esto de no tener poderes es demasiado incomodo. Adios chicas, ¡nos vemos!

Salí de el santuario para ir de patrulla por Nueva Orleans.

Aunque hacía muchos años que no estaba allí, podía recordar perfectamente cada calle y cada rincón que se aparecía ante mis ojos. Anduve cerca del cementerio, mi lugar favorito donde los haya. No por nada en especial. si no que el silencio que había allí te transportaba a otro mundo. Si te parabas durante largo rato y estabas en absoluto silencio, podria incluso jurar que las almas que allí habitaban se oían a la perfección en un murmullo de voces.

Me quedé allí durante una media hora más o menos. Miré mi Iphone para ver que hora era y faltaba exactamente 2 horas y media para que llegara el amanecer. ¡Maldito sea!

Odiaba el tener que dormir durante el día. No es que adorara el sol, nunca lo he hecho, pero la noche podría ser eterna así no habría que dormir. Además que lo mejor siempre estaba de noche. Las fiestas, los buenorros... Y dale con los buenorros...

Era cierto, era una salida, siempre me lo habían dicho. Pero lo pero de todo es que era una salida con sexo escaso, para ser más exactos, llevaba 6 meses sin nada de nada hasta que me reencontré hace 3 días con Zarek. Que por cierto, seguía viviendo en su casa, ya que no había tenido "tiempo" para comprarme ninguna casa y Acheron seguía un poco mosca por eso, pero hacía la vista gorda porque creo que en el fondo me entendía. Además, que la noche de sexo solo había sido la primera... bueno...y creo que la de hoy también lo sería porque tenía un buen calentón encima. Pero tampoco quería abusar de mi suerte y que la señora de arriba se enterara y me chamuscará como un mosquito que se acerca a la luz. Justo pensando en eso, había venido a mi mente una escena de la pelicula "BICHOS" con dos luciernagas y una luz que las mata en la que una le dice a la otra...
- no vayas a la luz, no vayas a la luz!
-No puedo evitarlo es tan bonita! TSSSS- y se chamusca.

Pero la vida, o la eternidad en mi caso, estaba para disfrutarla y quien no arriesga no gana. Y aunque yo con Zarek no tenía nada que ganas ya que ambos teníamos las cosas muy claras, era bueno en lo que hacía.

Salí del cementerio para volver hacía la casa, ya que cada vez se acercaba más la hora del amanecer. sin darme cuenta, de dos horas y media que me quedaban, ahora solo me quedaba una, pero es que cuando me metía en mi mundo no había quien me sacara.

Fui caminando hasta la casa de Zarek, que estaba a unos cuarenta y cinco minutos, pero me sobraban quinze hasta que amaneciera. Porque, como siempre, mi cabeza se había quedado en casa, y tampoco tenía ningún medio de transporte en nueva Orleans, solo mis patitas. De camino allí, un grito me alerto de un peligro cercano. Un Daimon atacando a una humana. Que oportuno, ahora que tenía prisa tenía que aparecer. Pero no podía desviarme de mi cometido, así que me arriesgaría a chamuscarme un poco...

-¿Tu crees que estas son horas para dar por culo, rubito? - pregunté en tono malhumorado
-Que os pasa a vosotros... ¿os multiplicais?-. murmuró vacilón. Encima se me ponía chulo.

Saqué mis dos dagas que llevaba enganchadas en mis preciosas botas de tacón, y las empuñé dispuesta a lanzarme a por el Daimon. La chica que tenía en sus brazos ya estaba completamente muerta, no se podía hacer nada por ella, pero yo me vengaría, tanto por ella, como por las almas que aquel mal nacido había robado.

Lo ataqué de frente, lanzandome directamente hacía su pecho y lo empujé hacía el fondo del callejón en el que nos encontrábamos. El se resistió haciendo un movimiento rápido y tumbandome a mi al suelo, quedando el encima de mí.

-Estás perfecta para follarte zorrita.
-Puag, ¡que asco! Prefiero follarme un perro que a tí.
-Eso lo dices porque no has visto esto.- se señaló su cosita diminuta- en acción- de repente se me ocurrió algo.
-LA verdad- dije en tono sensual.- es que me estás poniendo cachonda Daimon, creo que me gustaría ver tu cosita en acción- al bicho se le iluminaron los ojos cuanod dije eso y aflojó su agarré contra mí, dandome la oportunidad de empuñar de nuevo mis dagas, que habían quedado tiradas justo a mi lado, y se la clave en sus lindos huevos haciendo que un regero de sangre cayera encima de mí. Mmmm que placer me daba eso y sobre todo oír los grititos de maricon que soltaba...

-Te gusta así? O he sido demasiado mala?- murmuré poniendo ojitos
-Maldita *****- gruñó. Pero seguía retorciendose de dolor...
-Si lo soy mucho, no puedo evitarlo, me gusta ser *****. Me viene de naturaleza- sonreí mientras me acecaba de nuevo a el para asestarle la puñalada final- se me hace tarde Daimon, así que... ¡Adiós!- y le clavé el puñal haciendolo estallar en pedazitos y dejando libres todas las almas...

Salí de allí corriendo. Ya podía sentir como el sol comenzaba a salir. si no me equivocaba estaba muy cerca de la casa de Zarek.. pero..

-¡Mierda!

Me había perdido. Corrí por las calles en busca de la casa. El sol ya comenzaba a dañar mi piel.

-joder!- me quejé.

Maldita sea yo por querer matar a los Daimons lentamente. Debía de pensar en hacerlo más rápido, sobretodo cuando estaba a punto de amanecer.
Mi piel comenzaba a arder y pude ver como varias ampollas me salían. Corrí y corrí hasta que al fin encontré la casa. Estaba solo a 15 metros cuando comenzé a notarme demasiado debil. No estaba segura de si conseguiría llegar, pero tenía que hacerlo si no quería acabar muerta por el sol. ¡Maldita sea! Caí al suelo justo cuando estaba entrando por la enorme verja que había allí. Mi telefono movil estaba sonando. Lo cogí como pude.

-Mel, ¿donde cojones estás?- era Zarek.
-En tu puerta Zarek- dije con voz débil.-No puedo más, estoy ardiendo, me duele todo el cuerpo... no puedo llegar...
-Mel! Mel!...- ya no oí nada más...

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