-Historias Dark Hunter- Capitulo 31 Por melo3m
lunes, julio 11, 2011Los labios de Kyrian se deslizaban por su columna vertebral despertando escalofríos a lo largo de toda su piel, haciéndola estremecerse mientras la humedad volvía a su centro. Había perdido la cuenta del número de orgasmos que se habían regalado esa noche, pero todo su ser ansiaba las caricias de ese hombre. Bajo de nuevo el mismo recorrido con su lengua mientras un gemido ronco se adueñaba de la garganta de Melo.
-No sabes cuanto me gusta que me hagas eso-su voz era un susurro ronco
-Creo que desde que volviste soy adicto al olor de tu piel- Kyrian paso su nariz por el recorrido entre su oreja y su clavícula y se detuvo allí para juguetear con sus dientes en la sensible piel de su cuello
El momento se vio roto por la melodía del móvil de Melo
-¡Arg! Con lo bien que estabas incomunicada
-¡Cállate!-rió Melo- será un minuto
Con una mirada extrañada, Melo contesto al remitente. Una serie de emociones pasaron por sus ojos, desde el miedo al alivio pasando por la desesperación y el dolor. Kyrian la estrechó entre sus brazos tratando de calmar su estado. Cuando Melo colgó, soltó una marabunta de información casi imparable
-Mel esta muy grave. Se ha quemado llegando a casa de Zarek y al parecer no da muchas señales de vida. Zarek esta haciendo todo lo que puede, pero quizás si yo la curo…
-Melo, ni se te ocurra. Si absorbes sus quemaduras, la que pasara a estar así serás tú y no podemos darle tantos quebraderos de cabeza a Ash si cada dos por tres alguno de nosotros esta desaparecido en combate. Debes esperar al menos a que su situación mejore y así ayudarla a recuperarse completamente, porque el daño absorbido será menor y tú casi ni lo notarás. Ahora avisemos a las demás y vallamos a ver a Zarek, seguro que la situación lo habrá afectado, esa chica siempre ha sido uno de sus puntos débiles
***
-¿Te encuentras mejor?-dijo Melo con una sonrisa
-¿Yo? Como una rosa, ¿y tu?-respondió Danger con una sonrisa apesadumbrada en su rostro
-¡Bah! No es nada… Cuando llevas tanto tiempo curando heridas te acostumbras a recibirlas y que enseguida sanen, pero llevaba tiempo sin recibir semejante calorro-Melanie arqueó una ceja a la vez que su boca se iba tornando una mueca perturbada- No en ese sentido, en ese estoy muy satisfecha
-Fanfarrona- ambas se echaron a reír y Mel suspiró- Gracias
-No me las des, a lo largo de los años siempre has estado ahí apoyándome, no te iba a dejar pasar tu sola el mal trago. Además, Zarek parece mas sonriente ahora que vuelves a mirarle- Melo le guiñó un ojo cómplice
-Si, porque sabe que pronto le toca ración de las nuestras
-¡Vale! No quería tanta información-dijo Melo tapándose los oídos, pero inevitablemente, sus poderes le jugaron una mala pasada leyéndole la mente a su amiga. Las imágenes que allí habían eran mucho mas explícitas- ¡Perra! ¡Deja de pensar en esas obscenidades!
-¡Abriste la caja de Pandora!
Finalmente Melo dejo la casa de Zarek con Dangermel completamente recuperada. Necesitaba matar algunos daimons para desfogarse, últimamente estaban pasando demasiadas cosas… Artemisa seguía sin aparecer y nadie entendía porque aquel Daimon se había llevado una de sus armas. El mayor temor de Melo era que lo usasen en su contra para matar a alguien no debido. En ese momento no lo pensó, pero con sus poderes podría haber hecho que su sai volviese inmediatamente a su mano. No dejaría a ese maldito Daimon salirse con la suya y recuperaría su preciada arma. Por suerte, su escudero había traído gran parte de su amplio armamento de sais, y una pareja de ellos siempre la acompañaban.
Avanzó por las calles de Nueva Orleans y se dio cuenta que un grupo de rubios perseguía a un joven muchacho, de bastante buen ver, pensó para si misma. Era raro que atacasen a hombres, pero al ver que 3 de los 4 rubios eran mujeres, no le extrañó nada. Una sonrisa se posó nuevamente en su cara, se sentía completamente recuperada de las quemaduras de Danger, e incluso mas fuerte y poderosa si cabía.
-Vamos, guapo, ¿te apetece fiesta?-dijo una de las rubias
-Seguro que lo pasaremos muy bien- intervino otra
-Siento intervenir, pero… Ag, no… Créeme, tirarte a una de estas sería como tirarse a medio universo actual y pasado-dijo Melo arrugando la nariz- ¡Corre!- se introdujo en su mente y lo manipuló para que obedeciese sus órdenes. El chico echó a correr
-¡Pu-ta cazadora!-dijo el daimon
-Más pu-tas son tus amigas y sigues yendo con ellas. Las primeras impresiones engañan, cariño- justo cuando terminó de hablar, Melo cogió su miembro viril en su puño y lo desprendió del cuerpo del Daimon. Inmediatamente después, apuñaló su corazón y el polvillo brilloso dominó el ambiente- Me encanta cuando hacéis eso- arqueó una ceja mirando el miembro viril del daimon decapitado en su mano y a las tres mujeres que se ponían en posición de ataque
-Eres una maldita zo-rra-escupió una de ellas
-Me caes bien, serás la última en morir-le tiró el miembro de su compañero a la cara justo en el momento que abría la boca y se puso a escupir al suelo mientras las otras dos se lanzaban contra Melo para atacarle. No le costó trabajo eliminarse de ellas, eran daimons como el resto, y con el simple golpe en su corazón estaban sentenciadas a la muerte.
La última mujer se vio sola y decidió huir, pero Melo la agarró del cabello y la echó para atrás
-Esto por no devolverme mis sais. La culpa es de vuestros compañeros- y como punto final, clavó su arma en el pecho de la rubia, desapareciendo como cada uno de los daimons que había asesinado a lo largo de los siglos.
Limpió la sangre de sus manos y miró al cielo.
-Artie… ¿Dónde diablos estas?
***
Había decidido que esa noche trataría de investigar acerca del paradero de Artemisa. Acheron debería saber donde estaba, él lo sabía todo, aunque solo existiese una posibilidad que era la que le indicaba a Melo la ausencia de noticias, que realmente la cazadora le importase. Nunca en la vida había aceptado ni una sola vez, aunque lo supiese desde tanto tiempo atrás, que realmente existiese la relación que era un secreto a voces entre todos, menos a el, que lo tenía tan oculto como ella lo hacía.
-Un dólar por tus pensamientos-Kyrian pasó la nariz por su cuello mientras la acercaba a su pecho
-No se nada de Artie, y esto empieza a parecerme demasiado sospechoso. Kaede la estuvo buscando por las naves abandonadas y Lau barrió la ciudad tratando de buscar algún indicio de su desaparición. Yo trato de oír sus pensamientos pero no logro encontrar nada, y lo único que sabemos es que Acheron salio corriendo misteriosamente
-Ash siempre hace todo misteriosamente-rió Kyrian
Ambos se quedaron mirando al teléfono que comenzó a sonar en ese momento y Kyrian sonrío
-Hablando de Atlantes…
Melo contestó y fue precisamente Acheron el que le comunicó que había aparecido su amiga y el mal estado en el que se encontraba.
-Kyrian, tenemos que irnos. Ha aparecido Artemisa
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