-Historias Dark Hunter- Capitulo 34 Por Artemisa
viernes, julio 15, 2011La cabeza me daba vueltas, parecía que se me derretía el cerebro, al abrir los ojos noté como si mil alfileres se clavaran en ellos.
-Mira por donde. La bella durmiente por fin está despierta- Escuchaba que alguien hablaba a mi lado, era la voz de melo, pero no conseguia enfocar la vista, despues de unos minutos sin moverme, por fin empezó a disiparse la bruma que me nublaba la vista y la mente, me incorporé en... ¿Donde estaba?, miré alrededor mia, era mi casa.
-Donde crees que vas valiente, anda vuelve a la cama.
-¿Que haces aquí melo?- al preguntarselo y mirarla me di cuenta que no estaba sola, Kirian estaba con ella, lo miré sin decir nada, la verdad no me apetecía hablar.
-Estoy aquí porque... porque si. ¿No recuerdas nada de los últimos dias?- Retazos de mi memoria iban y venian, pero lo que recordaa sobre todo, gracias a lo que me dolía el cuerpo era de la droga, la inmensa cantidad de pasión que me habian inyectado y de Stryker, recordaba haber sentido placer por parte de el, estaba desconcertada.
-Si todavía sigues teniendo restos de droga en el cuerpo le diré a Kirian que se marche, bastante has pasado ya por culpa de sus efectos.
-Que considerada melo, es eso, o tienes miedo de que me tire a su cuello.
-¿Perdona?, ¿se puede saber a que ha venido eso Artie?
-Tranquila compañera, despues de correrme a manos de Striker y querer follarme a una orda de Daimons, echar un polvo es lo que menos me apetece.
-melo yo me voy, luego hablamos- dijo Kirian, echandole a melo una mirada preocupada por ella que no se me escapó- aunque si quieres...-dejó la frase en el aire pero sabia muy bien como terminaba, no quería dejarla conmigo.
-No te preocupes, vete, tendrás cosas que hacer, luego te llamo.
Una vez que Kirian se marchó, me volví hacía melo y sin poder callarme le dije- ¿Que le pasa a tu novio melo? se piensa que te voy a comer o algo asi.
melo estaba perpleja, no entendía que narices le pasaba a Artie, se levantó con el semblante serio al mismo tiempo que cruzaba los brazos por delante del pecho dijo- ¿Se puede saber que co-ño te pasa Artie?, vengo a ayudarte y te estás portando como una jodida zo-rra conmigo.
-Nadie te ha pedido que vengas
-Para tu información guapa, si que lo han hecho, Ash me llamó diciendome que estabas jodida.
Una furia cegadorra me recorrió todo el cuerpo al escuchar ese nombre y todos los recuerdos acudieron en tropel a mi mente. El tiempo que pasé atada, drogada y sirviendo de saco de boxeo a los daimons. Recordaba de que manera ese tal Urian me había salvado pero sobre todo recordaba como Aqueron me dejó pasar todo eso sin hacer nada, me habria dejado morir, tal vez era lo que quería.
melo cada vez estaba mas aturdida con Artemisa, cuando le dijo que Ash la llamó se levantó de la cama de golpe con la ira brillando en sus ojos, juraria que habia visto un tono rojizo en ellos, de no ser que eso era una tontería. Algo raro estaba pasando.
-¿Como se atreve a llamarte después de lo que ha hecho?, claro, tu eres la unica que sabe algo de lo nuestro, ¿acaso intenta quedar bien?
Artemisa estaba como ida, hablaba sola a gritos, a esto seguramente era a lo que Ash se refería con "estará peor cuando despierte" intentaba leerle la mente pero sus pensamientos eran una espiral de negrura y no conseguia adivinar nada coherente.
-Artie ¿me vas a explicar que es lo que está pasando o vas a seguir comportandote como una lunática?
-No tengo ganas de hablar melo, puedes leerlo perfectamente en mi mente.
-Podría si te calmaras un poco.
La voz sosegada y calmada de melo me hizo relajarme un poco, me senté con la cabeza gacha intentando relajarme y expulsar la furia ciega que recorria mi cuerpo, cuando levanté la vista vi la cara de horro que melo tenía, ya sabía con pelos y señales absolutamente todo, el encierro, las vejaciones, la traición de Ash.- Ahora vas y me dices que Ash siente algo especial por mi como me has repetido tantas otras veces... al final yo tenia razón ¿no te parece? para el solo he sido una pu-ta con la que sesahogarse y una vez que se ha cansado, me quita de enmedio y adiós problema.
-No era eso lo que demostraba su voz cuando me ha llamado, era la voz de un hombre atormentado Artie, no la de un ****** insensible.
No quería seguir escuchando su nombre, no me apetecía hablar de el, tenía ganas de salir de esas cuatro paredes, una ansiedad axfisiante me oprimia el pecho.-Voy a salir a patrullar, asi que ya puedes decirle a tu jefe que has cumplido como niñera.
-¿Querrás decir al jefe?
Si ella quería pensarlo genial, pero el para mi ya no era otra cosa que un objetivo a llevar a cabo, joderlo de la misma manera que había hecho el conmigo durante tantos siglos.
melo se temía lo peor, esa que tenia delante ya no era su amiga, tenía el mismo fisico, claro está! Artemisa tenia 22 años cuando murió, aun asi siempre pareció tener unos 18 tenía una cara de fracciones dulces y siempre una sonrisa en los labios. Ahora, con esa cara de niña y el odio que desprendía su mirada, parecía un angel de la muerte y lo que mas la asustó fue la determinación que desprendia junto con la ira.
-Artie, no quiero darte una charla.
-Pues entonces no lo hagas.- melo hizo oidos sordos al veneno que destilaba mi voz.
-Solo voy a decirte que no hay nada en el mundo que merezca la destrucción del alma, no te dejes llevar por lo que estas sintiendo, podrias equivocarte- y con esas palabras se acercó a la puerta para marcharse, antes de cerrarla se volvió y me dijo- De sobra sabes que aquí me tienes para lo que necesites, por muy hija de pu-ta que pareces haberte vuelto- esbozó una sonrisa que no le llegó a los ojos y se marchó.
-Gracias amiga- una frase que dije demasiado tarde, una vez que ya se había marchado porque no quería que ni ella notase debilidad alguna en mi, ni ella ni nadie volveria a verme debil.
***
Caminaba por las calles de Nueva Orleans como un tigre enjaulado, el primer impolso que tenia cada vez que me encontraba con alguien era saltar sobre su cuello y destrozarlo, tenia sed de sangre, había algo en mi que era diferente, parecía otra persona, una que solo le apetecía matar, saciar su sed.
Un joven estaba siendo acosado por un grupo de daimons, era un chico alto, moreno, de anchos hombros y parecía verse muy seguro de ganar la pelea que estaba apunto de empezar con 3 daimons... ¡gilipollas!. Por muy enclenques que parecían estos daimons a su lado, eran seres superiores y acabarian con el en un minuto.
-Oye chicos, de todos vosotros ¿Quien es el que dejaría de un lado la pelea para venirse conmigo?- El muy idiota del humano, abrió los ojos como platos al verme y se empalmó al instante mientras que los daimons me siseaban sispuestos a atacar. No les dió tiempo, salté sobre ellos y en menos de un minuto acabé con todos, el chico se quedó perplejo, estaba acojonado, oia su corazón latir desenfrenado y notaba como la sangre corria por sus venas, estaba a punto de darle un infarto al muy idiota y a mi se me hacía la boca agua de pensar en saborear toda esa adrenalina. Tiré al suelo las dos espadas con las que habia matado a los daimons y me acerqué a el poco a poco, en cuanto fijé mi mirada en sus ojos el miedo fué sustituido por la lujuria, ¡hombres, todos pensaban con la polla! Le pasé la mano por el cuello y lo acerqué un poco a mi, el tio se relajó tanto que hasta era capaz de hablar después del miedo que había pasado
-¿Que eres? y ¿Que eran esos tios?
-No quieres saberlo
-¿Iban a matarme?
-Si- Ya no era capaz ni de contestarle, solo quería clavarle los dientes en en el cuello, estaba absorta mirando la vena que alli le latía
-¿Y tu vas a matarme?
-No encanto, voy a llevarte al cielo- clavé los dientes en su cuello y algo pareció romperse dentro de mi, el cuerpo me hervía cuando noté la sangre bajar por mi garganta, me sentía poderosa y mas dispuesta a matar que nunca. Notaba como el imbecil que tenia en los brazos se retorcía de placer mientras me alimentaba de el, sabía perfectamente lo que estaba sintiendo, la misma lujuria que yo había sentido cada vez que Ash se alimetaba de mi.
Justo cuando estaba a punto de acabar con la vida del tio Aquerón apareció delante de mi, su semblante era impasible, nodemostraba nada, con un movimiento de la mano hizo que el chaval volara desde misbrazon hasta quedar recostado en el suelo a mis pies, yo no aparté la mirada de esos ojos plateados, de pie como una guerrera lo desafié con la mirada mientras me limpiaba la sangre que corria por mi labio inferior.
-¿Has venido a matarme Aquerón?- Arrastaba las eses y me contoneaba mientras me acercaba a el, hasta quedar a un metro de su cuerpo, pude notar la inquietud en el aunque me miraba sin demostrar emoción alguna
-Otros hunters por menos han perdido la vida, has estado a punto de matar a ese hombre, casi lo dejas seco.
-Si, creo que tienes razón, se estaba quedando seco pero de las veces que se ha corrido. Si has venido a matarme, hazlo ya, o no es eso lo que buscas Aquerón. A lo mejor tienes ganas de echar un polvo, total, es para lo unico que he tenido el honor de tener tu presencia.
Aquerón no se movía mientras yo andaba a su alrededor, me puse a su espalda y le rodee la cintura, lo noté aspirar el aire entre los dientes apretados mientras bajaba la mano y le agarraba la polla, la tenia muy dura y me eché a reir al ver lo que era capaz de hacer.
-Parece que no soy la unica que se excita cuando estamos juntos ¿no? pero ya no quiero ser tu pu-ta, eso se ha acabado Atlante, me agarró la mano con fuerza mientras me decía- Artie, estas jugando con fuego, deja esta actitud.
-Valla, el jefe se ha cabreado, ¿vas a matarme de una vez?
-Sabes que no sería capaz de hacerlo pero Artemisa no se lo pensaría, para ella no sois nada, acabaría con cualquiera de vosotros sin pensarselo.
-Muy bien, que venga.
-Artie, ella es una diosa, por muy poderosos que seais los cazadores nunca podriais acabar con ella.
-En la lucha cuerpo a cuerpo quizá no- lo rodeé para quedar frente a el, me pegué a su cuerpo y enfrente su mirada- pero tengo la capacidad de hacer algo de lo que ella carece- le acaricié el pecho poco a poco hasta llegar a los cordonas que abrochaban su pantalón de cuero- soy capaz de ponersela dura a su mascota sin necesidad de chantajearlo con sangre- Ash dió un respingo al escucharme y sus ojos empezaron a volverse rojos, había dado en el clavo, le dolía sentirse utilizado por la diosa- ¿O no es eso lo que eres para ella Ash? después de todo parace que en este juego de tres al que estamos jugando, yo no soy la unica pu-ta.
Aquerón temblaba de los pies a la cabeza cuando los recuerdos de su vida humana lo asaltaron, no era capaz de reaccionar, no podía moverse.
Su mente se obligaba a pensar que esa no era la Artie que escuchaba a gritos en su mente pidiendo carriño, y no lo era, esta era la que llevaba siglos esperando que apareciera, su verdadera naturaleza estaba aflorando, tenía miedo que ocurriera después de lo traumatico de su cautiverio pero después de haber ingerido sangre ya no había vuelta atras, y ella no sabía nada de por que le estaba pasando esto.
Desapareció de su lado para poder aclarar su mente y pensar como solucionar lo que les venía encima.
Después de ver como Aquerón se esfumaba, Artemisa continuó caminado como el que no quiere la cosa, buscando algo sabroso con lo que entretenerse
***
Stryker estaba observandolo todo con una sfora, sentado en su trono en Kalosis. Sonreia mientras observaba la escena, habia estado a punto de matar a esa hunter de no ser por el oportuno de Urian. ¿Quién le iba a decir que se convertiria en semejante zo-rra?. Creo que acabo de encontrar una buena aliada- pensó para sus adentros- y no una cualquiera, sino una capaz de hacer temblar a uno de los seres mas poderosos del universo, casualmente su peor enemigo- soltó una risotada mientras maquinaba de que manera llevaría a cabo su plan.
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