-Historias Dark Hunter- Capitulo 35 Por melo3m
domingo, julio 17, 2011Melo salió de casa de Artie hecha una furia. Todo lo que se había contenido por ella ahora afloraba a la luz, y tenía ganas de gritar, de matar algo y de agarrar por los cojones a su queridísimo jefe. La actitud de su amiga, junto con la impotencia de todo lo que había visto en su mente hacía mella en ella. En el fondo, podía entender la actitud de Artemisa, sin duda se había desbordado y por los dioses si eso no llegaría a ser un problema.
Por suerte Kyrian y ella habían decidido ir en vehículos diferentes. El había cogido su Lamborghini y ella se había decantado por su Yamaha, que seguía aparcada en el mismo lugar, a diferencia del coche del Dark Hunter. Por una vez, agradecía que le hubiese hecho caso y se hubiese ido, porque sus pensamientos asesinos solo estaban dirigidos a una persona.
Dirigió sin rumbo por las calles de Nueva Orleans hasta que se sació de la suficiente adrenalina, pero la rabia seguía residiendo en su pecho. Paró su moto en medio de ninguna parte y se bajó para tratar de controlar su respiración y las lágrimas que luchaban por salir. No iba a demostrar debilidad, no ahora, aunque sus lágrimas fuesen mucho más cargadas de rabia e impotencia.
Haciendo un esfuerzo tomó una última bocanada para sosegarse y su semblante pasó a ser completamente serio y letal.
-¡Acheron! Se que puedes oírme, así que mas te vale que te aparezcas
-¿Ha ido bien con Artemisa?
La voz venía de sus espaldas, y el vello de su nuca se erizó por su cercanía. Sin duda eso la hizo reaccionar tan rápido como lo hizo. Su mano estalló en la mejilla del Atlante, que miraba atónito la reacción de la Dark Hunter
-Eres un completo idiota-masculló con furia- ¡¿Cómo dejas que le hagan eso?!
-No ha sido…
-¡Cállate!- Ash abrió los ojos sorprendido ante la reacción de Melo – No puedes pretender que me crea tantas cosas que me has contado que sientes por ella a lo largo de los siglos y no ser capaz de ayudarla antes de llegar a ese punto, la has traicionado, Ash, ¡Maldita sea!-Melo se agarraba el cabello mientras destilaba toda la furia que había estado guardando en su interior
-Tú no lo entiendes-dijo destilando odio por su mirada
-¡Oh! Créeme que puedo llegar a entenderlo, Acheron. Ahora, la has liado gorda, y lo sabes, Artemisa se ha desatado, seguramente ahora este matando algo por ahí y no creo que sean Daimons. Por tu propia cordura, más te vale que no te acerques demasiado a ella.
-¿Cómo te atreves a hablarme así?-Acheron se cruzó de brazos y su mirada con destellos rojizos se posó en una seria Melo
-Sabes que yo te hablé así desde el principio, no pretendas que ahora sea una servidora sumisa, porque sabes que eso no me va, Ash. Y mas te vale, que evites una tragedia, porque seguramente Artemisa estará a punto de liarla parda, así que mueve tu culo entre las sombras como sueles hacer y ayúdala, pero evita encontrarte con ella cara a cara.
-Si la diosa se enterase como me hablas, te cerraría esa boca-masculló Acheron como única defensa
-Si la diosa se enterase de muchas cosas, ni tú ni yo estaríamos aquí, por mucho que seas su juguete favorito.-dijo Melo subiéndose a su moto- Ella está bien en su palacio, sentada en su silloncito de mármol esperando a su perro para servirle, dejemos que eso siga así hasta que encuentres una solución que no nos lleve a la mierda a todos. ¡Ah! Y recuerda lo que te he dicho, no digas que no te lo advertí- se puso su casco antes de lanzarle una mirada significativa a su jefe- No sabré que va a pasar en el futuro, pero soy mujer y acabo de ver en su mente como se siente. Créeme, somos capaces de cualquier cosa en un estado así, y te recuerdo que ella no es una mujer cualquiera.-Acheron frunció el ceño mientras Melo lo dejaba plantado en el lugar marchándose subida en su moto.
Melo llegó al santuario y allí encontró a Kyrian, que al verla alzó la mano a uno de los Peltier para que le trajesen algo de beber. Se sentó a su lado y tomó una fuerte inspiración
-¿Todo bien?-preguntó cauto. Melo asintió cabizbaja y Kyrian la estrechó entre sus brazos- Yo se que no lo estás. Cuando quieras hablar, no hace falta que te diga que aquí me tienes para escucharte
-Cállate y abrázame- dijo Melo hundiendo la nariz en su cuello para inspirar su relajante aroma mientras las lágrimas por fin salían de sus ojos. Kyrian se percató de eso y la hundió más en su pecho para que nadie la viese llorar. Sabía que no le gustaba que la viesen en ese estado, y algo muy gordo tenía que haberle pasado para que se encontrase así. Pero esa mujer después de llorar lograba hacerse mucho más fuerte, la conocía bien y era algo que siempre la había caracterizado. Hipó un par de veces antes de levantar la mirada hacia el Dark Hunter y esbozar una sonrisa que no consiguió llegarle a los ojos-Gracias
Ya no iba a llorar más, la actitud de Artemisa le había afectado, tanto como su dolor de esos días. Había sido muy duro para ella no saber nada de su amiga y luego encontrarla en ese estado y traicionada por ese hombre que siempre la había llevado de cabeza. Sus ojos estaban completamente secos de nuevo y gracias a su maquillaje waterproof no se notaba absolutamente nada. Se enderezó en la silla y dio un largo sorbo a su cerveza.
-¡Hola, parejita!- Dangermel estaba completamente recuperada y venía acompañada por Zarek y Lau. Pasó un brazo por los hombros de Melo
-¿Todo bien con Artie?-preguntó Lau
-Si te dijese que sí, te mentiría como una bellaca- los tres recién llegados se sorprendieron y esperaron que Melo continuase- Está muy tocada, la han violado y lo pasó fatal. Y nuestro querido jefe llegó tarde para solucionarlo
-Que hijos de pu-ta-masculló Mel
-¿Y ella está bien?- Lau tomó asiento mientras Etienne la tomaba de la cintura
-No, está desatada, hecha una furia. La tomó conmigo y con Kyrian por el simple hecho de ir a ver que le sucedía
-Jo-der- Danger bufaba a cada nueva información que recibía- ¿Algún plan?
-Ni zo-rra-dijo Kyrian rodando los ojos
-Cazadores-dijo Etienne haciendo a Lau levantarse- ¡La casa invita a un chupito de tequila y a trabajar! No podéis quedaros así con la situación tan chunga que se os viene encima
-Por cierto-dijo Lau arrugando la nariz- He tenido una premonición y no es muy buena que digamos
-¡¿Qué viste?!- Melo y Danger preguntaron a la vez
-Muerte-dijo haciendo una mueca
-Jo-der… ¡lo que nos faltaba!- Zarek habló por primera vez desde que llegaron
-Etienne… Creo que aunque no nos hagan efecto, necesitamos esos chupitos-dijo Lau abriendo el camino hacia la barra
**
Sus dedos hacían las notas deslizarse por toda la estancia. El piano lograba relajarla después de todos los acontecimientos de la noche, la música siempre había sido su relajante más potente. Escuchó como Kyrian entraba a la estancia, alumbrada únicamente por un candelabro con 3 velas, cerrando la puerta tras el y se sentaba a su lado para observar con más detenimiento cómo ella tocaba su música.
Finalizó, tomó una honda respiración y miró a Kyrian a los ojos, aquellos ojos que algún día fueron verdes y que siempre lograban transmitirle la tranquilidad y la fuerza que en momentos como esos era tan vital. No es que por ella no fuese fuerte, si no que tenía la impresión de que toda fuerza sería poca a partir de ahora, que se avecinaba algo terrible ya que el número de Daimons que en Nueva Orleans antes era tan elevado, estaba bajando considerablemente.
-Malas noticias-dijo Kyrian en un susurro
-¿Mas?-la voz de Melo era un quejido lastimero
-Acaban de decir en las noticias que la próxima semana habrá un eclipse de sol. No estaba previsto, pero al parecer durará bastante. Por si no tuviésemos suficiente-inspiró profundamente
Melo inspiró nuevamente antes de mirar a Kyrian que la observaba con semblante preocupado
-Bésame-dijo él. Melo acercó lentamente sus labios
-Hazme olvidar, Kyrian-murmuró contra sus labios
Sus labios se encontraron, ansiosos, anhelantes de darse algo que los hiciese desconectar de la situación tan dura que se cernía sobre ellos. Para su enorme suerte, sus poderes parecían no agotarse mientras estaban juntos, por lo que el agotamiento prácticamente era inexistente.
Kyrian tiró de Melo para ponerla sobre él mientras sus labios y lenguas no se daban tregua. Melo tironeaba de su cabello para acercarlo más a su cuerpo, sintiendo incluso la sangre que corría por sus venas en su propia piel. Mordió su labio sin llegar a hacer corte alguno y un gemido ronco salió de la garganta de Kyrian. Sus caderas se movian al compás rozando sus miembros sobre la ropa.
Melo detuvo el beso para despojar a Kyrian de su camiseta y poder recorrer con manos ansiosas su torso desnudo y el aprovechó para deshacerse de su vestido y ahuecar sus manos en sus pechos desnudos. Melo bajó a lamer su cuello, donde su sangre latía frenéticamente clamando por ella. Nunca había querido ligarse mediante sangre a nadie, pero en ese momento la sangre de Kyrian la llamaba peligrosamente. Melo hizo acopio de toda su fuerza de voluntad y dio un lametón desde su cuello hasta su clavícula y mordió juguetonamente su barbilla.
Las manos de Kyrian descendieron hasta su centro, completamente humedecido y descansó su mano ahí mientras Melo buscaba contacto con el. La acarició suavemente antes de llevar de nuevo la mano a sus labios y saborearla mientras su penetrante mirada se fundía con la de Melo. Ella tiró de el y lo llevó a la parte trasera del piano y lo apoyó. Lo devoraba con los ojos. Se lanzó a los labios como el que esta sediento y encuentra un arrollo. La necesidad en su cuerpo incrementaba cada vez más y en un rápido movimiento se deshizo de los pantalones de Kyrian, dejando libre su imponente miembro. Se agachó para darle la bienvenida y comenzó una lamida desde su base hasta la punta, que continuó subiendo por todo su cuerpo hasta encontrarse de nuevo con sus labios.
Kyrian la cogió de la cintura y la pegó completamente a el, su miembro golpeaba en su estomago pero Melo lo único de lo que era consciente era de sus labios que le transmitían tantas cosas con tan poco. Los giró y ella quedó apoyada en el piano. Kyrian la alzó cogiendo sus nalgas y ella automáticamente enganchó sus piernas a su cintura. Con su mano la deslizó sobre la superficie del piano, dejándola completamente tumbada y a su merced. La miró tiernamente, ella extasiada, con sus mejillas coloreadas y el pelo desparramado enmarcando su cara y esos ojos que lo observaban anhelantes y brillosos.
De una estocada se deslizó en su interior mientras las paredes de ella se acostumbraban a su tamaño, como cada vez que se encontraban. Comenzó un ritmo duro y constante, que los llenaba completamente a los dos. Ella casi lo sentía golpeando su estomago, y el notaba como daba cabida a toda su extensión. Dejo caer su cuerpo sobre ella sin aminorar el ritmo y Melo agarró nuevamente su cabello, como si la salvación dependiese de ello para mirarlo fijamente a los ojos mientras su olor la llevaba por un camino de lujuria que solo lograba transitar de su mano.
Notó las familiares convulsiones comenzar a concentrarse en esa zona tan concreta de su anatomía y sintió como todos los músculos de Kyrian se tensaban. Estaban cerca, ambos. La espiral de su centro se unió y explotó en miles de partículas que llevaron el placer hacia todas y cada una de las terminaciones nerviosas de su cuerpo, mientras Kyrian llegaba con ella gritando su nombre.
Y se quedaron así, uno encima del otro, tratando de controlar sus respiraciones sobre el piano, pecho contra pecho.
-Gracias-murmuró adormilada Melo antes de sentir como Kyrian besaba su frente y la llevaba en brazos hasta la cama, para dejar que Morfeo les acompañase un día mas.
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