-Os he comprado nuevo armamento-Paolo se acercó a Melo y Kyrian que tomaban algo en la cocina

-¿Hablaste con Nick?-preguntó Kyrian mientras se llevaba una taza de café a los labios y el escudero asentía

-Precisamente por eso. Os he estado buscando nuevas armas, tenéis rivales mas fuertes y os vendrá bien tener algo arrojadizo y mejoras para la lucha cuerpo a cuerpo-Paolo hizo un gesto a Melo para que retirase su taza de la encimera y descubrió una manta repleta de nuevas armas. Kyrian miró a Melo boquiabierto y ella sonrió

-Es bueno cogiendo armas… Enseñé bien a mi chico-dijo guiñando un ojo a Paolo que le respondió con una sonrisa socarrona

-Y para que veas que me preocupo por ti… Nuevas muñequeras grabadas con bonitos diseños para proteger tu marca de Artemisa-mientras lo decía, Melo ya se las estaba probando y analizando como quedaban viéndolas desde diferentes puntos de visión- Para Kyrian un par de dagas y pistolas y una nueva espada retráctil- el asintió inmensamente conforme con los nuevos juguetitos que le había traído el escudero- Y para ti, Melo, y como se tus gustos hacia las armas de estilo oriental… te he traído un par de katanas y un set bastante competo de surikens-Melo dio un gritito de emoción mientras cogía la katana mas grande de la mesa y la desenfundaba- Ahora, y con vuestro permiso, me voy a descansar

Paolo se acercó a Melo para que esta depositase un pequeño beso en su mejilla antes de irse a dormir, como siempre hacía y Kyrian golpeó amistosamente su hombro mientras murmuraba un “gracias” con los labios. En ese momento sonó su telefono y lo cogió extrañado. Melo le preguntó quien era, y con los labios le gesticuló que se trataba de Zarek. Esperó pacientemente estudiando sus reacciones hasta que colgó y le contó lo que sucedía.

-Zarek y Mel están en el cementerio de Lafayette. Al parecer no la encuentra y hace poco la llamó y no actúa como debería hacerlo. Me huele a chamusquina, nena

-Nos duchamos y vamos para allá sin falta.-Kyrian se acercó a ella

-¿Ahorramos agua?-murmuró travieso en su oído

-Mmm-ronroneó ella complacida- Sabes que me encanta cuando te da por ahorrar

Y con un cachete en el culo, ambos se fueron a la ducha

Melo salió del baño vestida con unos pantalones de cuero, sus tacones y una camiseta de una manga negra que se ajustaba completamente a su cuerpo, secándose el pelo alborotándolo con una toalla mientras su móvil descansaba en la encimera de la cocina en manos libres llamando a Acheron. Lau los había informado de sus visiones y algo le decía que posiblemente Dangermel hubiese sido poseída. Precisamente por eso no le gustaban los cementerios. Pero necesitaba el consejo de Ash para saber que hacer con ella, y esperaba que no estuviese demasiado enfadado con ella

-Valla, valla. No esperaba que me llamases tan rápido-respondió su jefe con un deje de enfado

-Acheron, sabes porque te llamo. Lau me ha informado de sus nuevas visiones y necesitamos tu ayuda

-Solo puedo decirte que no hieras a Danger bajo ningún concepto. Tenemos que encontrar la forma de que se libere de su situación, pero recuerda que sigue siendo ella.

-Gracias, Ash

Con la información que les dio T-Rex, ambos partieron para el cementerio, pese a la repulsión que Melo le tenía por sentirse completamente indefensa y en peligro de ser poseídos por las almas que solían rondar aquellos lugares.

Se adentraron en las profundidades de Lafayette, Melo aferrando fuertemente la mano de Kyrian como si su vida dependiera de ello. Nunca antes se había sentido así en un lugar como aquel, y no es que no hubiese frecuentado pocos de ellos en su existencia como inmortal, pero había algo en aquella ocasión que la inquietaba. No podía dejar de sentirse observada. El notó su inquietud y la giró para estrecharla en sus brazos

-¡Eh!-la tranquilizó- Todo está bien, ¿de acuerdo? Nada te va a pasar-cogió las mejillas de Melo y depositó un beso en sus labios. Ella asintió como si la voz del cazador fuese un bálsamo para sus sentimientos

Avanzaron un poco más hasta que se encontraron con Zarek tendido en el suelo sobre un charco de sangre. Melo se impulsó sobre el para evaluar sus heridas mientras Kyrian examinaba la zona en busca de Dangermel. No había señales de ella.

-Zarek-murmuró Melo tratando de reanimarlo. De pronto soltó una expiración y se incorporó hasta quedar sentado

-¿Qué cojo-nes?-se palmeó el cuerpo ante la atónita mirada de Melo y Kyrian y al notar el agujero en su pecho inmediatamente calló desmayado de nuevo

-¿Es eso normal?-pregunto Kyrian con sus ojos extremadamente abiertos por la reaccion de Zarek

-En todos los años que llevo practicando curación como Dark Hunter, te puedo decir que no he visto algo así en uno de nosotros. Es más bien como si fuese…

-Un semidiós-concluyó Kyrian. Melo asintió- De todas formas no podemos dejarlo aquí así-Kyrian lo cargó de vuelta al coche y a medio camino se giró para buscar a Melo- ¿Nena?

-¡Enseguida voy, Kyrian! Tengo que encontrar a Mel- el le lanzó una mirada preocupada de advertencia

-Ten cuidado

Melo siguió sus instintos, usando sus poderes en busca de la mente de Mel, pero no parecía encontrar nada. De pronto se vio frente a un panteón en el que un ángel lloraba con un niño en brazos. Algo le llamo la atención de aquella figura pero tras percatarse que solo eran imaginaciones suyas, retomó el camino hacia la salida.

Cual fue su sorpresa cuando se encontró con 3 daimons bloqueándole el paso

-Alto ahí, morena-murmuró uno de ellos enseñando sus colmillos, a lo que Melo arqueó una ceja

-Has entrado en terreno pantanoso para vosotros-esta vez habló el más bajo de los tres

-Bueno, digamos, que podría hacer una limpieza ya que estamos-Melo sacó la katana de su espalda y se posicionó lista para atacar.

Uno de los daimons se movió a velocidad increíble hasta quedar detrás de ella y con un golpe de la empuñadura en su pecho lo hizo desaparecer los otros dos no se amedrentaron y se lanzaron contra su cuerpo. Consiguió alcanzar a uno de ellos con la katana y se la hundió en la mancha sobre su corazón pero se encontró con que de pronto su arma era lanzada por los aires y el daimon restante la tenía agarrada del cabello hacia atrás, arqueando completamente su espalda. En ese momento cayó en la cuenta de sus poderes y lanzó al daimon lejos de ella estampándolo contra una de las tumbas. Cuando vio como volvía decidido a por ella, sucedió algo que no se esperaba

-¡Alto!- era la voz de Danger

Una de sus dagas proveniente de su espalda voló por su costado hasta dar entre los ojos del Daimon que en ese momento se descompuso. La quietud volvió a adueñarse del cementerio, únicamente rota por el sonido de los pasos de su amiga, que pasó por su lado y se detuvo frente a ella. Melo inmediatamente indagó en su mente y cayó en la cuenta de que no era realmente su amiga la que pensaba ahí dentro, por mucho que su cuerpo siguiese siendo el mismo. Sin evitarlo, estaba de nuevo a la defensiva, con las manos en su cinturón, justo sobre los surikens, preparada para lanzarlos en el caso que fuese necesario, pero con una posición tranquila y despreocupada

-Melo, menos mal que has venido. ¿Viste a Zarek? Está malherido- Melo no pudo evitar la sonrisa cínica que se instaló en su rostro. Sea quien fuese lo que había poseído a Mel, no tenía ni zo-rra que ella pudiese leer la mente, y era algo que la beneficiaba enormemente en ese momento

-No te preocupes, Kyrian se lo ha llevado. Vámonos a casa- Dangermel echó a reír

-No, cariño. Me parece que tú no vas a volver a casa- Con una velocidad nada normal lanzó una de sus dagas que se clavó en el hombro de Melo, que con un chillido se dobló de dolor mientras sacaba el arma y la tiraba al suelo, lejos de su alcance. Le había perforado todo el hombro, notaba la herida lacerante en su espalda también. No, definitivamente no era su amiga. Le dedicó una mirada de odio

-Pues me parece que tú vas a salir de ahí como princesa de Creta que soy- Melo lanzó 4 surikens al cuerpo de su amiga que dieron en los lugares específicos para inmovilizarla y poder escapar de ahí, sus tobillos y sus antebrazos, dejando cortes extremadamente profundos sin llegar a desmembrarla. Usando sus poderes, los surikens volvieron a ella y miró al cuerpo de Dangermel con lástima- Espero que mi amiga sepa perdonarme por eso

-¡Hija de pu-ta!-gritó al ver las heridas que le había dejado

Inmediatamente echó a correr cogiendo su katana y cuando llegó a la salida, de un salto entró al coche de Kyrian, que tenía la puerta abierta para ella. Miró la herida que tenía en su hombro que no dejaba de sangrar y Kyrian la miró horrorizado

-¿Ha sido Mel?

Pero Melo no pudo responder, justo en ese momento empezó a verlo todo borroso

***

La cabeza le daba vueltas, los oídos le pitaban y sentía que tenía plomos como extremidades. En lo que le costó un esfuerzo sobrehumano, abrió los ojos para encontrarse tres cabezas que la observaban atentamente. Al encontrarse sus miradas no pudo evitar echarse a reír débilmente mientras ellos respiraban por primera vez en los minutos que llevaban observando que reaccionaba.

-Dioses… No iré más a un cementerio

-¿Aun tiene ganas de reír después de todo?-preguntó Zarek extrañado a lo que Kyrian y Paolo asintieron con una sonrisa

-Tu calla, que no sabia que fueses el raro de la especie-dijo Melo mientras se incorporaba

-Sinceramente, yo tampoco-dijo palmeándose el pecho completamente sanado

-Tenemos que probar a sacar tu culo al sol- Kyrian le dedicó una divertida mirada malévola a lo que Zarek le respondió enseñándole el dedo antes de que se echara a reír como un perturbado. Al parecer le divertía esa imagen de Zarek.

-¿Qué pasó? ¿Qué te hizo Mel allí dentro?-preguntó Zarek sentándose en la cama. Nunca antes se había interesado tanto por ella, pero suponía que el hecho de que lo hubiesen ayudado y que estuviesen en su situación por algo que había hecho Danger, lo hacía parecer más preocupado de lo normal

-Confirmo tu sospecha, Zarek. La voz que había en su mente no era la suya, era completamente diferente

***

-¿Recuerdas a Jeliel, la compañera de Carlos?-preguntó Kyrian mientras se dirigían al Santuario

Melo había sanado perfectamente en unas horas y había decidido que no podía quedarse quieta en la cama con todos los problemas que tenían.

-¡Si!-respondió alegre Melo- ¿Qué pasa con ella?

-Se ha unido a las tropas-Melo casi golpea el suelo con su mandíbula- su hermano mató a Carlos y el niño que llevaba en su vientre y su acto de venganza fue contra su familia

-Debería haber aprendido-suspiró Melo- No puedo creer que se haya hecho una de nosotros con todo lo que eso conlleva y más conociéndolo de primera mano

-Y menos con un eclipse a la vuelta de la esquina, Artie enloquecida y Mel poseída… Por no tener en cuenta las premoniciones de Lau

-Entonces es a ella a quien vamos a ver, ¿no?-Kyrian asintió

-Lau me dijo que ya estaba allí, por lo que hoy le daremos a Jeliel una bienvenida a nuestro mundo. Espero que ya se haya recuperado del jet-lag

Entraban por la puerta cuando todo sucedió excesivamente rápido. Kyrian se quedó paralizado como si hubiese visto una aparición y Melo al mirar para adelante se acercó a la mujer que lo miraba de igual manera. Si no lo hubiese visto antes en su mente, juraría que era imposible… ¿La hermana de Kyrian?

Cegado por el odio se lanzó a por Acheron pero la mujer que habían visto lanzó una especie de punzón al centro del pecho de Kyrian. Melo sufrió como si viese a cámara lenta como el proyectil se acercaba peligrosamente a su marca de Artemisa, pero por suerte no llegó a alcanzarle.

Mientras la chica huía del local seguida por los Peltier y Acheron, Melo se arrojó a los pies de Kyrian, buscando desesperada su herida.

-¡No lo hagas!-le gritó Kyrian viendo sus intenciones a la hora de sanarlo

-¡Kyrian, por favor!- Melo estaba fuera de si, lo único que quería era ayudar al cazador, aunque eso supusiese una herida más en su cuerpo

La mirada de Kyrian se tornó nublada y dejó su peso caer sobre los brazos de Melo que llamó desesperada a Lau para llevarlo hasta su coche.

Quisiese o no, no consentiría que Kyrian se quedase así, pero… ¿Quién era esa chica que se parecía tanto a su hermana?