-Historias Dark Hunter- Capitulo 63 por Briseida

viernes, agosto 12, 2011

Briseida se sentía fuera de sí, todo lo que había a su alrededor se intensificaba tanto que no podía controlarlo, incluido el hambre. Le resulto extremadamente fácil terminar con los daimons es como si pudiese ver dentro de su cabeza y preveer sus movimientos, era como si pudiese ver su maldad en el rincón más oscuro, en el caso del spati, su corazón.

Sonrío con placer cuando miró a Laucrep, era extraño en esa mujer sólo estaba la máscara de la oscuridad, el sufrimiento de un pasado, no había maldad en ella, pero podía acabar con su sufrimiento.

- ¿Quieres jugar conmigo?- Briseida ladeo la cabeza no era consciente de su fuerza ni de que le chorreaba la sangre de la boca.

- Joder¡¡ ¿Briseida que **** te pasa?- Dijo la cazadora gritando e intentando apartarse un poco de su camino.

Quería acabar con esa pena profunda, así dejaría de sufrir del mismo modo que esos daimons habían dejado de ser un problema para los seres inocentes.
Cogió a Laucrep por los brazos y notó como forcejeaba para liberarse, se sorprendió cuando el puño de la cazadora le dio en la mejilla y justo cuando se adelantaba Laucrep le dio una patada que la hizo retroceder y la enfureció.
Sin pensarlo la miró, torció el gesto y mandó el cuerpo de la mujer en esa misma dirección para estamparlo contra la pared. Cuando llegó el cuerpo de Laucrep llego al suelo e hizo levantarse la clavo la clavó en el suelo de la misma manera que la lanzó contra la pared.
El avance se interrumpió cuando Briseida vio la imagen de un hombre que bajo su calma ardía una furia letal que amenazaba con hundirla en los infiernos sí seguía adelante.
- Briseida- Jaden la agarró del brazo justo en el instante en el que la mujer gritó por el dolor multiplicado que le había causado a la otra cazadora y amenazó con caer desplomada al suelo a causa de los daños.
Jaden la cogió antes de que cayera y vio como los ojos de la mujer se nublaban y volvían al azul brillante e intenso. Negó y miró a la otra cazadora y en un santiamén salió del callejón antes de que el eclipse llegara a su fin.


Le fastidiaba tener que dejarla en ese estado.. pero en ese momento no tenía más remedio. Jaden apartó un mechón del pelo rizado de su frente y pasó el dedo gordo por la marca que Laucrep le había dejado en la mejilla, suspiró y salió del dormitorio para ir a la sala contigua donde se encontraba Archeron.

- Casi mata a una cazadora Jaden- Archeron permacia de pie dándole la espalda a la cristalera del piso de Briseida. Vio caminar a Jaden y como todos sus músculos se tensanba.

- Vaya, no me había dado cuenta- Se paró en seco sabiendo que era de las pocas veces que iba a admitir algo… - Lo siento, esto se me fue un poco de las manos – lo dijo en voz baja, sabía de sobra que aunque sólo moviera los labios Archeron lo entendía a la perfección, aun así se quedo mirando el sol brillante que salía después de una etapa de oscuridad y tras unos largos segundos que le parecieron eternos miró a Archeron. - ¿Cómo le explico que esa ***** solo accedió a su petición por su propio beneficio? Lo que es peor… ¿Cómo le digo que jamas se vengó?- Se quedó mirando al Atlante con los dientes prietos.

- Te has encariñado con ella- Había un tono de asombro y de afirmación. Si el podía ver eso, los demás dioses lo verían como una debilidad y nada bueno podía salir de eso. Aquel que pensase que podía chantajear a Jaden cometía un error gravísimo.

- Sólo Artemisa sabe que es… quién es, y te aseguro que me he preguntado un millón de veces como es que no le has cortado la cabeza a esa desgraciada por que a mi no me faltan ganas, créeme-

Archeron entrecerró los ojos donde se podía ver un iris plateado que a la mayoría de la gente terminaba por poner nerviosa y negó – ¿A estado insistiendo en lo mismo de siempre?-

- No se que **** le has hecho Ash, pero últimamente destila veneno a tratado de engatusarme e incluso me ofreció a ese demonio tuyo-


- ¿A Simi?- aquello no le gustó nada.. y Acherón soltó un gruñido que a muchos otros habría dejado temblando, se toco cariñosamente la parte del corazón donde el tatuaje de Semi se revolvió y lo acaricio con cariño- Tranquila… no, no te dejaría con nadie… No Semi, no puedes comértela- sonrió cuando escuchó la ultima petición de su demonio.

- No te preocupes, no iba aceptar eso, aunque tengo que admitir que siento curiosidad por saber que me habrías ofrecido si esa diosa se hubiese salido con la suya- Jaden sonrió con picardía mientras vía como tranquiliza ala Caronte. – Tu le has dicho algo a tu cazadora?-

Acheron miró directamente a Jaden y negó.- Acaba de enterarse de que es una Archidemonio y sí ves su reacción… a veces pienso que nunca debería habérselo ocultado durante tanto tiempo, prácticamente se revolcó de la risa delante de mí y no se si a terminado de creérselo. Así que dime, como quieres que le diga que crearón a Briseida con el único fin de que se matasen entre ellas? Son demasiadas cosas para asimilar en tampoco tiempo. Es más Jaden, la ***** de Artemisa como muchos os empeñáis en llamarla no tiene cabeza alguna, primero actúa y luego piensa, y creo que ella no ha pensado en que se desataría si se cumple su deseo.

-Los dos pecamos de lo mismo, he intentado decírselo, pero de alguna manera, o ella se me ha escurrido o yo no he sabido explicárselo. Dime, ¿cómo lo has hecho para soltarle que su padre es un demonio atlante?.

Archeron sonrío, tenia que admitir que no le había sido nada fácil – Me la lleve al sitio más lejano que conozco de este planeta, donde sé que no hay mucha vida existente alrededor. Aunque tú, lo tienes más crudo tío, no envidio nada tu situación-

Ya, creo que hare lo mismo, la llevaré algún sitio donde no sea un peligro para la gente que le rodea. Pero aún así va ser difícil explicarle que su madre se casó con Appolión, que nunca va poder vengarse de esos demonios, y que por supuesto eso la convierte en demonio.

Archeron se quedó mirando hacia el cuarto y seguidamente miro a Jaden. – Tío te deseo suerte, la vas a necesitar-

- Vaya gracias, siempre viene bien que un oráculo del destino te diga esas cosas.- le devolvió la sonsira y escuchó el gemido de Briseida al otro lado de la puerta…- Hora de irte- Le tendió la mano y se las apretaron con fuerza a modo de despedida, un segundo más tarde el Dios atlante no estaba en el salón de Briseida.


Jaden entró con cuidado al dormitorio, miró hacia la cama y su lo que vio lo dejo sin aliento.
Briseida estaba sentada al borde de la cama, con un pie apoyado en la alfombra blanca y el otro doblado encima del colchón, tenía un aspecto desaliñado y algo desorientado que le hacia parecer vulnerable e inocente, como los primeros días en lo empezaba a descubrir como era ser un cazador oscuro. Pero el sabía que no tenía nada de vulnerable y tenía que concentrarse en hacer lo que tenía que hacer por que de seguro no se iba a tomar la noticia de buen grado.
Caminó con lentitud hacia ella. Todavía no se había fijado que él estaba dentro de la habitación. La vio girarse y reprimir un gemido doloroso cuando se toco el costado, el tirante del camisón negro se deslizo por su hombro contrario y cuando levanto el camisón escucho un “mierda” muy poco femenino.- eso tiene pinta de doler mucho-

Briseida se sobresalto y se estiró para buscar debajo del la almohada, el gesto la hizo sisear de dolor.. – Mierda, de donde me tirado para tener 3 costillas rotas?-

- si busca tu querido pincho, está aquí- Jaden le mostró el adorno de pelo con el que había atacado a Kyrian y se cruzó de brazos ocultandolo a la vista de la mujer.. – Tu y yo vamos hablar.. y no vas a levantarte de esa cama hasta que no termine-
Briseida entrecerró los ojos apretó los dientes y fue como un acto reflejo se puso en pie desobedeciendo la orden de Jaden. No se molestó en subir el tirante de su hombro lo que insinuaba más la coma de su pecho izquierdo y cuando llegó a un paso de distancia tendió la mano para que le diera el punzón con la barbilla levantada desafiandole.

Jaden sintió como le hervía la sangre a partes iguales entre la ira de que se creyera con la fuerza de desafiarlo y al mismo tiempo esa apariencia y esa rebeldía le hacia querer devorarla hasta el punto de que le suplicase, de que no pudiera moverse por todas las cosas que tenía pensado hacerle, que tuviese sangre de demonio sólo lo hacia más interesante.
Sonrío de un modo que hizo retroceder a Briseida- Tú lo has querido- en un abrir y cerrar de ojos se hecho encima de la cazadora, la atrapó con los dos brazos y un instante después el lujoso apartamento estaba totalmente vacío, en el suelo de madera había quedado descansado el adorno de pelo que la mujer utilizaba como arma adiciona.


- ¿Sabes? Mas de uno vendería su alma por tener esta visión – Jaden estaba sentado con el pie izquierdo encima del la rodilla contraria se tocaba con la mano derecha una mejilla que tenia arañada, estaba contemplando a Briseida que permanecía con los brazos en alto, las muñecas juntas atrapadas por unos grilletes negros de un material muy extraño. Apenas tocaba el suelo, el propósito exacto era que no tuviese equilibrio pues de esa forma si decidía utilizar sus poderes le costaría más concentrarse… pero la visión de verla estirar las piernas para poder llegar al suelo, echar la cabeza hacia tras y que ese pelo rizado le rozase la cintura y esa furia asesina en sus mirada estaba haciendo estragos en su autocontrol.

- Por que no me bajas?- la voz de Briseida sonó aterciopelada y seductora.. un engaño típico que había aprendido como demonio y que con seguridad con cualquier otro habría servido. – Te aseguro que sí te ganado una vez puedo hacerlo dos, y te prometo que vas a suplicar por que pienso vengarme muyyy lentamente por todo esto- Jaden noto la amenaza en sus palabras pero en verdad sonaba como una promesa erótica y muy tentadora.

Suspiro y se puso de pie para caminar en círculos alrededor de la mujer.
-Esto no es un juego Brisa- Utilizó un tono dulce y tranquilo.- no es una prueba de que tienes que escapar, aunque como sigas tentándome…- No iba a desviar el tema… de momento

- Y para eso me tienes que atar?!! Maldito…- Se trago el insulto, la paciencia era una ciencia y con el necesitaba mucha paciencia así que suspiro y dejo de zarandearse. – Muy bien… hablar-

- Buena chica, ¿ves? Si desde el principio hubieses hecho lo que te dije no estarías tan… atada- No podía evitarlo le encantaba provocarla y ver como su cara se ponía roja de la ira prometiendo venganza. Se puso serio de repente mientras pasaba por detrás y disfrutaba de la panorámica.

- Se que recuerdas lo que pasó en el callejón, lo que les hiciste a los daimons y a la cazadora, lo que sentiste y por que, no te preguntas por que no pudiste controlarlo?, ¿ ni siquiera por que querías matar a esa compañera tuya?

Briseida trato de girarse pero enseguida volvió a la posición el la que estaba y ahora comenzó a prestar más atención aunque seguía tratando de soltarse las manos. – supongo que es un efecto raro del eclipse, o quizá de que este lugar me despierta poderes nuevos.

Jaden dio dos pasos y puso sus manos a la espalda, no quiera tocarla o iba a olvidarse de todo aquello para pasar a otras cosas. Rozó su cuello con la nariz e inhalo ese aroma que desprendía y que lo volvía loco. – Uumm … No.. pero para que veas que soy generoso- Metió la nariz por entre el pelo y le susurraba muy despacio, vio que la su piel reacciono y el vello de la cazadora se erizó seguidamente trato de apartarse y eso le hizo reír. – Eres un demonio Briseida.. bueno o al menos una mitad lo es- Vio como se ponía rígida.

-Esto no tiene ninguna gracia. ¿Lo sabes verdad?.. no tiene lógica lo que dices, mis padres eran humanos, humanos muy corrientes! ¿ O es que me vas a decir que se dejaron matar por otros como ellos así por que sí?-

- Tu madre era corriente, tu padre no, y en parte es por eso que os atacaron, tu padre llegó a tratar conmigo y dado que renuncio a su demoniaco mientras estuviera con Diana no pudo hacer nada.

- ¡¡JA!! Un demonio se enamoro de un simple humana!!.. Eso es retorcido Jaden, hasta para ti!! Suéltame de una maldita vez!! –

- Aaah no! Ni lo sueñes.. vas a escucharme Brisa..- Se puso delante de ella y la sujetó por la cintura. Se quedó tan pegado que podía notar su calor. La miro con la mandíbula tensa mostrando una seriedad que ponía fría la estancia. – Tu padre es Appolion Briseida!- La soltó y se separó.

Briseida se quedo callada. Le miro con una ceja enarcada y sonrió.-Venga ya Jaden que forma mas fea de tomarme el pelo.- Le miró directamente a los ojos y el brillo del humor se reflejaban en ellos.- casi me lo trago chato, casi- echó la cabeza hacia atrás y comenzó a sacudirse de la risa.

Aquello sólo hizo que lo viera todo rojo, en dos zancadas de pegó a ella y la cogió del pelo. Pegándola a su cuerpo. Cuando tiró de su cabellera para que lo mirase el humor de Briseida desapareció.- Te doy mi palabra de que todo esto es cierto, no tengo por que mentirte en algo así, y hay demasiadas cosas que no sabes y que tienes que saber..

- Appolion… eso significa..-

- Destructor- le soltó el pelo ahora que tenía toda su atención, pero había perdido el control y ahora notaba todo su cuerpo pegado al suyo como una segunda piel… y necesidad de besarla hasta que le sangraran los labios. Se apartó con un suspiro de pesar y se prometió que mas tarde le declararía la guerra en ese sentido y sin ninguna duda iba a resultar el ganador.

- Tu padre es mas conocido como El Ángel o estrella del de Abismo a ejercido tanto para hacer lo que el cree que es el bien como para hacer el mal, eso le hace diferente, pero siempre que lo ha hecho a dejado una huella difícil de olvidar. En cada cultura lo conocen de un modo diferente.
La cuestion es que tiene el poder suficiente para liberar sin permiso del abismo de Hades criaturas, igual que para crearlas, te puedo que hasta yo tengo limitaciones con eso y tu tienes ciertos poderes al igual que el.

Briseida se balanceaba sin saber que decir ¿ Su padre uno de los demonios más conocidos de la historia? Seguramente el golpe se lo habia llevado en la cabeza y todo esto era uno de esos sueños raros en los que terminaba por despedazar a Jaden.. aunque bien pensado esos pensamientos si concordaban más con un demonio que con otra cosa.

- El día que te convertiste en cazadora, tu padre hizo un trato conmigo, yo acepte y..

-Mi padre dejó que yo me convirtiera en cazadora?.. dejó que esos demonios se comieran a todos mis hermanos y hermanas?- Negó con la cabeza incapaz de comprender..- y lo mejor de todo como es que Artemisa a dejado que un demonio peor que los daimons sea una cazadora.. es.. imposible..-

-No.. No yo estaba tratando los acuerdos con tu padre y Artemisa se adelantó.. ella, bueno su meta no es que mataras Daimons Brisa.. si no otra cosa.

- Que es otra cosa Jaden, espera, no me lo digas.. tiene algún admirador con aspiraciones de desvirgarla y quiere sus huevos como ofrenda de los domingos.. ¿No?-

Jaden negó aunque tuvo que reprimir la risa, aquello era un asunto serio y quería que lo comprendiera.. -Ella quería que matases a Artemisa.-

Briseida lo miro como si se hubiera tragado un pez y la cola de este se le moviera en la boca. – A ver Jaden, como va querer Artemisa que la mate y bueno te agradezco el cumplido de que creas que sea tan poderosa como para acabar con esa *****, pero vamos lo que dices.. no tiene ningún sentido.. así que por que no me sueltas? Uum!!-

- No Brisa no entiendes. Artemisa la cazadora, es a esa a quien ella espera que mates, la cazadora a resultado ser algo molesto para ella hasta tal punto que pensó que tú en un futuro podrías matarla y si llegáis a enfrentaros se va armar el caos el Apocalipsis o como demonios quieras llamarlo!!. Eso es algo que no podemos permitir y voy a enseñarte a utilizar esos poderes.

Le costaba procesar toda esa información. Artemisa?.. Matar a una Cazadora? Bueno en menos de 24 horas casi mata a dos.. pero por que esa en especial?.. se quedó pensativa mientras Jaden seguia parloteando y decidió que tenia que conocer a la impostora de la virgen amargada, con suerte descubría que el mosqueo de la Diosa era que le había quitado algún mozo de buen ver y con eso las esperanzas de que le quitasen la tontería.

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