-Historias Dark Hunter- Capitulo 74 por melo3m

miércoles, noviembre 09, 2011

Zeus observaba la destroza que estaba haciendo Desiderius en el mundo de los humanos con el cuerpo de su nieta. Odiaba no poder interceder y sabia que las nornas tenían algo para ella, por eso le había otorgado el poder de la capacidad para estar con otros cazadores sin debilitarse, pero lo que había hecho ese maldito sombra se escapaba de su alcance y no deseaba nada en el universo tanto como meter su alma en el rastrero cuerpo de una rata. Pero cuando vio aparecer a la hija de Hera en escena, lo vio todo rojo.

Con un chasquido de sus dedos, Lau fue enviada por sus hombres a una de las celdas del olimpo y su nieta apareció ante el, con la respiración en una cadencia pesada y débil, completamente desmadejada en el suelo. Llamó a dos de sus sirvientas para que la limpiaran, curasen sus heridas todo lo posible y la acostaran. No podía soportar verla así, fue demasiado para el ver morir a Minos por culpa de aquella diosa desdeñosa y vengativa y ahora su hija lo iba a pagar, bien caro.

-No te preocupes, nena… Nada te va a pasar

**

Melo abrió los ojos y una tenue luz lo inundó todo. Sentía su cuerpo entumecido y en calma, pero debilitado por la falta de sangre de Kyrian. Se levantó como un resorte y comenzó a palmearse todo el cuerpo con una repentina alegría, pero la cabeza le jugo una mala pasada haciendo todo dar vueltas y volvió a caer rendida en la cama con una sonrisa en sus labios.

Desiderius se había ido de su cuerpo y de nuevo volvía a ser consciente de sus acciones y movimientos. En ese momento cayó como una losa todo el peso de sus acciones mientras Desiderius la poseía… ¿Dónde estaba Lau? Recuerda haberla visto antes de que todo se volviese confuso y borroso… ¿Y Kyrian? Dios… no solo necesitaba su sangre, lo necesitaba a el en toda su extensión.

Se incorporó una vez mas y las sabanas se deslizaron por su cuerpo hasta mostrarla completamente desnuda. Encontró un peplo blanco sobre el pequeño diván que había a los pies de su cama. Puso sus pies sobre el frío mármol y se acercó para ajustarse el peplo a su cuerpo. Salio de la habitación con los brazos cruzados sobre su pecho y se encontró a su abuelo en una apariencia completamente diferente.

-¿Se puede saber que te has hecho?- miro su cuerpo boquiabierta… Sabia que era el por sus grandes ojos azules, y esa mueca desvergonzada y sabia en su cara, pero esa juventud y ese cuerpo de infarto era algo que nunca le había enseñado. Le recordaba a su padre demasiado. Sonrió ante el recuerdo

-Me harté del tópico de Zeus como el de la película de Hércules… Ser dios tiene sus ventajas, nena

-Incluso él sale demasiado desfavorecido en esa película-rió Melo. Su abuelo se acercó hasta que la estrechó entre sus brazos

-¿Estas bien?- su voz sonó cautelosa, midiendo la reacción de su nieta con la mirada. Ella se acurrucó más en su pecho

-Contenta de volver a ser yo. Y contenta de que huelas y me recuerdes a papá- su sonrisa fue triste, pero en sus ojos se pudo ver la emoción que le hacia volver a tener algo tan físico que le recordase a su tierra y a su vida como humana

-Recuérdame que cuando todo esto pase te regale unas vacaciones en Creta-sonrió

Estuvieron en silencio un rato mas, así, sintiendo el cariño del otro y expresando con silencio todo lo que sus palabras no necesitaban decir. Unas palmadas fueron lo que propiciaron que se rompiese su momento. Melo se giro malhumorada y se encontró con la diosa Hera. No era la primera vez que la veía, porque siempre se había dedicado a tocarle la moral a su abuelo, pero pese a ello, agachó la mirada al encontrarse en la presencia de una diosa sin su consentimiento

-Si Artemisa se entera que cada dos por tres tienes a tu nietecita en el olimpo, se puede liar gorda- su postura era altanera y con la predisposición de poder comerse el mundo

-Pero no eres la mas adecuada para decirle que cada 3 por 4 te presentas ante tu hija en el mundo de los mortales.- Hera bufo- ¿Qué quieres ahora?

-Que sueltes a Laura. Ella no ha hecho nada, las medidas que tengas que tomar hazlo contra mi

-¿Qué pasa con Lau?-Melo apoyó las manos en sus caderas y miró fijamente a su abuelo

-Fue ella quien te hizo daño- Zeus la encaró tratando de argumentarse

-Abuelo… Estoy bien. Si no hubiese sido por ella, aun tendría a ese gilipollas dentro de mi cuerpo. Y como bien dice Hera, si teneis vuestras rencillas no tenemos porque pagarlo nosotras

-Como se nota que fue hija de Minos- Hera revisaba sus uñas como si aquello no fuese con ella. Zeus le dedicó una mirada llena de odio

-No te atrevas a mencionar su nombre. Ya hiciste suficiente en su día- Melo arqueó una ceja… No entendía nada

-A lo que voy. Abuelo, deja a Lau libre y mándanos a la tierra de nuevo. Te agradezco todo lo que has hecho por mí, pero estoy débil y sabes que tengo que alimentarme. No tengo el Chichi para diputas de dioses ahora mismo- Hera rió y Zeus tapó su boca con precinto con un movimiento de su mano

-Sin duda… La sangre de Minos corre por tus venas. Eres la mujer mas justa que he conocido en la vida, a pesar de ser impulsiva y cuidadosa con tus “ordenes”-gesticulo las comillas en el aire. Melo sonrió

-¿Lo harás? ¿Harás lo que te dije?

-Bah… Dame un besazo de esos tuyos y cállate ya, pécora- Melo se lanzó a sus brazos por última vez, pero en vez de encontrarse el abrazo de Zeus se encontró con el embriagador aroma de Kyrian que la rodeó y la golpeó como una maza

El la miraba asombrado, como si no esperase ni creyese que ella estaba ahí. Etienne los miraba entre la risa y la sorpresa desde detrás de Kyrian, hasta que escuchó un murmullo en su espalda que le era muy familiar

Melo buscó a su amiga antes de pararse a mirar a Kyrian, porque en ese momento su cabeza desconectaría completamente. La vio en el suelo con unas feas heridas en su cuerpo a medias de cerrar. Bufó y se agachó a su lado, abandonando muy a su pesar los brazos de Kyrian y bajo la atenta y sorprendida mirada de este

-¡Zeus!-gritó mientras curaba las heridas de Lau con sus poderes- Yo te invoco en tu forma humana

-¿Se puede saber que esta pasando aquí?-dijo Etienne sin dar crédito a todo lo que se había montado en su apartamento en tan poco tiempo

-Eso mismo me pregunto yo- Kyrian se agacho junto a Melo para evaluar los daños de la espalda de Lau

Zeus apareció tras ellos con la boca llena y una manzana en su mano

-¿Qué pasa ahora?-habló con los hoyuelos increíblemente marcados por tener la boca llena de fruta. Melo se levantó con las heridas de Lau en su espalda. Se apoyó en Kyrian completamente derrotada

-Llévanos a casa, por favor. Yo no puedo hacer más por hoy. Ya hablaremos seriamente cuando este en condiciones-su voz era susurros, pero no admitía réplicas.

Zeus desapareció dando un bocado a su manzana, y seguidamente lo hicieron ellos, apareciendo en su apartamento. Melo se desmayó en los brazos de Kyrian, pero este inmediatamente la hizo recobrar la consciencia.

La cazadora siguió sus instintos más primitivos y mordió la yugular de Kyrian. El la acomodó en sus brazos y la llevó hasta la cama, donde la tumbo a su lado…

-Toma lo que necesites, pequeña… Ya estas a salvo

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