-Historias Dark Hunter- Capitulo 78 por Artemisa

miércoles, noviembre 09, 2011

Esta puta no acabará conmigo.
Era la retaila que se decia Artemisa una y otra vez mientra la Dolophoni le daba una paliza de narices, sentía una fuerza en su interior capaz de destruir la ciudad pero había algo que le impedía matar a esa hija de puta.


-¿Qué te pasa cazadora, no soy como los daimons mariquitas con los que estás acostumbrada a pelear?-Encima la muy ******* metiendo el dedo en la llaga, esta de aquí no sale viva.
Con una sonrisa de medio lado y limpiandose la sangre del labio partido miró con sorna a la pelirroja que tenia enfrente, mientras Artemisa evaluaba el alcance de sus "daños" la Dolophoni permanecía quieta en posición de ataque.

Al levantar la vista de su cuerpo un velo negro cubrió el semblante de la cazadora, mientras con un risto pausado se acercaba poco a poco a sus contrincante.
-Puedes partirme el labio, puedes sacarme los ojos, pero nunca, ¡jamás! me ensucies los zapatos- ¿Seria capaz de sacar su peor lado demoniaco y divino por unos zapatos?. Por unos cualquiera no, pero si por sus Manolo Blahnik favoritos.

El semblante de la pelirroja cambió en cuanto vió a la cazadora ir hacia ella y Artemisa sabia el por qué. Estaba cambiando, su aspecto se estaba volviendo diferente y en su mente no hacía mas que recordar las palabras de Aquerón diciendole que debia controlar su ira. ¡A la mierda Aquerón y su autocontrol!.
Agarró a la Dolophoni del cuello y la estampó contra la pared abriendo un agujero y resquebrajando la estructura del edificio, la tenia sujeta por encima de su cabeza haciendo que los pies le colgaran en el aire y justo cuando estaba a punto de arrancarle el corazón de un golpe, alguien a su espalda le sujetó la mano impiendo que pudiera hacer ningun moviento.

Un escalofrio recorrió su cuerpo con el contacto y un sin fin de imagenes pasaron por su mente a una velocidad de vertigo dejandola debil y confusa. De un tirón se apartó de esa mano que la sujetaba y dejó a la Dolophoni caer al suelo, cuando se giró se quedó pasmada con lo que vió. Un hombre alto, increiblemente guapo y a la misma vez inquietantemente parecido a ella, aunque no había nada femenino en ese rostro que era la promesa de una muerte segura para cualquiera que lo mirase, tenía rasgos muy similares a los suyos y sobre todo, ese rostro era unos de los que había visto cuando había posado su mano sobre ella hacía unos momentos.

-Las cosas no deberian haber sido asi- El recién llegado hablaba hacia ella mientra ayudaba a la Dolophoni a levantarse del suelo- Deberias haber permanecido a nuestro lado.
Artemisa no podía apartar la mirada de el, mientras este hablaba le venian a la mente una a una las escenas que había visto, escenas de su pasado, de su corto periodo al lado de el.
-Soy Deimos, y soy... tu hermano.

¿Que narices decía este tio?...- Mira chaval, tu, la pu-ta esa que tienes en los brazos y las tres zorras que teneis por cabeza de familia os podeis ir a la mierda cogiditos todos de la mano. ¡a nuestro lado dice!. Pero si os habeis pasado la vida dandome caza.
-A eso me refiero, nunca debimos permitir que Alecto te repudiara, todos somos bastardos de una u otra manera, da igual si tu padre es un dios, un demonio o un pitufo.

Era raro que un tio que vivia en el olimpo supiera de la existencia de los pitufos, aunque por otra parte Aquerón visitaba frecuentemente a la diosa Artemisa... Negandose asi misma las chorradas que estaba pensando en un momento como este. volvió a enfocar su vista en el Dolophoni que la miraba con una mezcla de inquietud y añoro en la mirada. -Esta- dijo señalando a la pelirroja- ha venido a por mí y eso solo puede ser por una orden, alguien la ha mandado a matarme y querido "hermano" -dijo la ultima palabra casi escupiendola -eso no es señal de amor fraternal hacia mi.

-Tienes muchos enemigos que desconoces hermana, pero sobre todo tienes uno al que has herido en el orgullo y que nunca estará dispuesto a dejarse ganar lo que es suyo- Con esas palabras, Deimos se marchó llevandose consigo a uno de los mejores contrincantes que habia tenido hasta el dia de hoy.

***************

Artemisa se fué refunfuñando por lo bajo mientras se mesaba el cabello enredado e intentaba poner su ropa de manera que no parecira salida de una peli de terror. Parecía la chica tonta, que mientras uye del malo tropieza y se cae una docena de veces en un minuto. Sus zapatos estaban destrozados y el vestido de cuero estaba roto por un costado, lo que dejaba parte de la cadera y un pecho al aire- ¡que bien ahora no solo me atacarán daimons sino tambien pervertidos sexuales!.

Pensó en ir a su atico pero le quedaba muy lejos, luego pensó en llamar a algun escudero pero con esas pintas ni de coña, asi que dado que se encontraba a tres manzanas del santuario, respiró ondo y se dirigió alli, con un poco de suerte no se tropezaria con mucha gente hasta dar con Aimee a ver si ella le podia prestar algo de ropa.

Todavia no estaba ni a diez metro de la puerta cuando escuchó a Dev silbar por lo bajo- Mira lo que tenemos quí, ¿se acerca halloween o la navidad? porque yo he pedido una como tu a Santa Claus.
-Dev, dejate de tonterias por favor y llama a Aimee, necesito que me haga un favor.
-Encanto acabas de destrozar toda mi hombria, siempre pense que vendrias a pedirme a mi el favor- cansada de tonterias y de las miradas que la gente le dirigia cuando pasaban por delante de ella, apartó a Dev de un empujon y cruzó las puertas abatibles que daban al bar, todavia no habia puesto un pie dentro cuando Dev la agarro por la cintura y sin ningun rastro ya de cachondeo en la voz le dijo mientras la conducia por la calle a la puerta trasera- Ven anda, hoy es la noche de "pelea con el oso" esta el bar lleno de moteros y no quiero que me dejes sin clientela cuando intenten meterte mano. Aimee- dijo a traves del trasmisor -deja lo que estás haciendo y ven a la cocina por favor.

Nada mas avisar a su hermana esta entro por la puerta, la osa era un encanto de chica y siempre se habia llevado bien con ella, habia que admitirle a la pobre el merito que tenia aguantar tal cantidad de testosterona a su alrededor. Mirandola de arriba abajo se aguantó la risa mientras observaba sus pintas.

-No es lo que parece, que lo sepas.
-Yo no he dicho nada, pero es la primera vez que vienes asi, normalmente traes roto un brazo, un pomulo... pero no la ropa.
-Ha sido una zo-rra envidiosa, en cuanto se dio cuenta que no le sentaría tan bien como a nosotras una talla 34 decidió romperme el vestido. Por cierto- dijo Artie mordiendose el labio -¿tienes algo de ropa para dejarme?

Aimee la llevó a su cuarto y mientras se daba una ducha escuchaba a la osa moverse por la habitación abriendo y cerrando cajones. Despues de un buen rato dejando que el agua corriera por su cuerpo, cortó el agua y salió a la habitación, Aimee le habia dejado sobre la cama un conjunto rosa de ropa interior, unos tejanos muy cortitos y una camiseta negra de tirantes. Artemisa frunció el ceño por el atuendo sobre todo por tono color chicle de la ropa interior, ha decir verdad eso no fué lo que mas la sorprendió, sino el par de zapatillas deportivas "nike" que la osa habia dejado en el suelo delante de la ropa, bueno... almenos eran negras.
Con resignación se colocó el conjunto tan poco usual para ella y se recogió el largo pelo humedo en una coleta, mirandose al espejo se sintió mas extraña que si llebara una nariz de payaso, dado que era muy joven cuando se convirtió en Dark Hunter y que su fisionomia, aun teniendo unas medidas perfectas no tenia nada de voluptuosa paracía no superar los dieciocho años. Aun asi, al sentirse limpia y relajada le agradeció a Aimee el haber hecho eso por ella, sabia que a Mama Lo no le gustaba que su queridisima hija se llevara tan bien con una hunter y mucho menos con ella, el motivo de que Mama Lo la odiara tanto... lo desconocia, pero siempre la habia mirado con cara de pocos amigos, tambien es verdad que esa mujer miraba asi a casi todo el mundo.

Pasó a través del enorme vestibulo de la casa de los Peltier para dirigirse al Santuario, una pequeña puerta facil de cruzar en esta direccion pero casi imposible de hacerlo al contrario, estaba dotada de unas medidas de seguridad impresionantes.

Pasó por la cocina, saludando a Cherise Gautier que estaba echando alli una mano aunque su trabajo era de camarera, esta mujer era una trabajadora nata a la que no le importaba ayudar sea cual fuere la tarea que se le asignara.
Saliendo al bar rezó por no encontrarse alli a ninguno de sus compañeros, su ego se vería seriamente afectado si la veian con esas pintas. Aimee se dio cuenta y se acerco a ella un poco abergonzada.
-Lo siento mucho Artie, ya sabes como son mis hermanos y mi padre, si me visto la mitad de atrevida que lo haces tu, me obligarian a llevar burka durante los proximos cien años.- Artemisa se echó a reir por la broma de la osa, aun sabiendo que la pobre chica lo decia en serio.
- No te preocupes cielo, bastante haces por mi prestandome tu casa y tu ropa, te lo agradezco en serio.- Con una sonrisa Aimee le dijo que se tomara algo en la barra mientras se dirigia a por las bebidas que tenia que servir en una mesa cercana.

Artie se sentó mas relajada en uno de los taburetes al darse cuenta que no habia ninguno de los suyos por ahí, pidió un vodka y charló un rato con Justin, el were pantera que hacias las veces de camarero, aunque como el resto del personal masculino de ese bar asustaban a los tios y ponian a cien a las tias mucho mas que atenderlos en sus pedidos.
El telefono del bar sonó y Justin se dirigió a cogerlo, no habia hecho mas que contestar cuando le hizo un gesto con la mano a Artie para que pasara tras la barra indicandole que la llamada era para ella, extrañada contestó intentando escuchar por encima del sonido del local, cosa dificil hasta con sus sentidos mas agudizados de lo normal.
-¿Si?
-¿Donde está tu movil?- Era Aquerón, y como siempre, dejando bien claro lo poquisimo que le gustaba hablar por telefono.
-Dimelo tú don sabelotodo, no me digas que eres capaz de saber donde estoy yo y no donde está mi telefono, el aparato tiene hasta gps ¿sabes?- Al otro lado de la linea se escuchaba al atlante mascullas algo que no entendia.
-¿Estas refunfuñando como una vieja, Ash?- Le encantaba cabrearlo y tenia que morderse el labio para aguanterse la risa.
-No eres para nada graciosa que lo sepas, además, a ti podria encontrarte en cualquier parte del mundo en un segundo- Un calor recorió su cuerpo al escucharlo y una sonrisilla tonta se dibujó en su rostro.
-¿De verdad?
-Si Artie, todos vosotros sois para mi un enorme grano en el culo, vais conmigo a donde quiera que valla.
¡¡¡plaff!!! toda la emoción del momento acaba de irse por el retrete junto con la autoestima de Artemisa.

-Pues eso solo puede significar una cosa... que tienes un culo enorme- Y dicho estó colgó el telefono y cabreada fué a sentarse a su taburete, apurarse de un trago el Vodka y pedir otro, mientras daba buena cuenta de la segunda copa vió a Fletcher entrar al bar y dirigirse hacia ella en cuanto la vio, nada mas ponerse a su altura Artemisa le advirtió con la mirada que no dijese ni una palabra de su atuendo pero claro, a esta no habia dios que la callara.

-Artie... ¿vienes del gim?, por fin te has dado cuenta que estás perdiendo la linea.
-Si vas a cachondearte mas vale que te largues Fletch, te lo advierto.
-Vale, vale compañera no te enfades... ¡¡¡DEV!!!- Gritó de una manera que medio local giró la cabeza hacia donde nos encontrabamos- SE TE HA COLADO EN EL LOCAL UNA COLEGIALA Y ENCIMA ESTÁ BEBIENDO.
Vale ahora si que la mataba, si antes habia mirado medio local, ahora lo hacian todos y cada uno de los clientes, la miraban a ella y cuchicheaban por lo bajo mientras Dev desde la puerta se descojonaba de la risa. Artemisa se levantó dispuesta a arrancarle la cabeza a su conpañera de no ser porque alguien la sujetó por detrás, agarrandola por la cintura. En cuanto notó su tacto y su aroma supo perfectamente quien era... cosa que la cabreó mas todavía.
-¡Sueltame Ash!- mientras artemisa luchaba en vano para soltarse del agarre de Ash, Flech le sacaba burla justo delante de sus narices y de fondo seguia escuchando la escandalosa risa de Dev que a este paso se meaba los pantalones.

-Por favor chicas paraceis dos crias, dejaos ya de tonterias por favor. Artemisa respiró ando y levantó las manos en señal de rendición solo para mirarlos a los dos de hito en hito.
-Habeis venido a cabrearme verdad, porque si es asi yo me largo.
-Heee que yo he venido porque me ha llamado el jefe.
-Si Artie la he llamado yo al igual que a ti- mientras decia esto pasaron dos tias impresionantes, rubisimas y super siliconadas vestidas de cuero de la cabeza a los pies y casi arrastrandose hasta ponerse a la altura de Ash, babeando como dos hienas una de ellas le dice con toda la poca verguenza del mundo. "Menudo culo tienes encanto, sería capaz de pasarme toda una vida mirandolo... o mordiendolo" dijo esto ultimo intentando sonar sexi y lo unico que consiguio es sonar desesperada. Artemisa intentaba aguantar las ganas que tenia de arrancarle las protesis mamarias y hacerse un cojin para las almorranas con ellas cuando Ash "que parecia ajeno a las dos pavas" continuaba a lo suyo.
-Pues eso chicas, he citado a todos los hunters disponibles pero parece ser que va a ser una de las reuniones menos concurridas de la historia, casi todoa están combalecientes y los que no lo están no me cogen el telefono. Por cierto Artie ¿que me decias antes por telefono?.
Una sonrisa socarrona casi imperceptible dibujaba la cara de Ash mientras la miraba a ella y a las dos babosas levantando una ceja. ¿Me estaba vacilando? ¿Aquerón Partenopaeo..... ME ESTÁ VACILANDO?
No pienso seguirle el juego, no señor. Fletch hablaba con Justin hasta que se dió la vuelta y nos dijo que iba a la puerta ha charlar con Dev mientras los demás llegaban, le saqué la lengua cuando me miró las zapatillas de deporte y se puso a reirse, intentando pasar de Ash me hice la desentendida hasta que escuché como esas dos idiotas no paraban de llamarlo desde su mesa.
Con una rabia que apenas contenia paso la mano por la espalda de Ash con didimulo de que ninguno de los seres sobrenaturales del local que nos conocian se dieran cuenta, la bajo poco a poco hasta agarrar el culo de Ash mientras miraba a las dos tias con cara de "Miralo otra vez y te arranco la cabeza".
Aquerón se puso a reirse mientras le decía al oido- Parece que no te desagrada tanto como decias no?.
-Dejalo Ash!- derrotada, se sentó de nuevo y pidió otra copa.
-Pues que sepas- dijo Aquerón muy pegado a su oreja haciendo que se extremeciera con cada palabra- que a ti esos pantalones te hacen un culo precioso.

Quieta y excitada a mas no poder, se bebió de un trago la copa ya que estaba apunto de hacer una locura como saltar encima de el y tirarselo enmedio del local o... decirle de irse a un lugar mas intimo ¡tampoco era plan dejar ciego a media nueva orleans!, cuando Talon entró por la puerta.
-T-REX!! lo siento, el movil estaba sin cobertura.

¡¡¡GENIAAAAL!!!... mi gozo en un pozo.

-Hola Artie.
-hola Talon.

Justin seguia en su sitio y que parecía haberlo visto todo fué el unico que se compadeció.
-Otro Vodka?
-Eso ni se pregunta.

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