Extracto de #Maris & #Ture (Cloak & Silence)

miércoles, junio 26, 2013

Maris se congeló cuando oyó un golpe en la puerta que conectaba su habitación con la de Ture. En las últimas dos semanas, mientras Ture había estado aquí, nunca había golpeado ni una sola vez. ¿Habria pasado algo?

Más asustado por el pensamiento de lo que podria ser, cruzó la habitación y abrió la puerta. Ture estaba al otro lado, con aspecto hermoso, pero tímido. -¿Hay algún problema?-

-No puedo creer que estoy admitiendo esto. . . No puedo dormir y me siento solo.-

Maris sonrió con comprensión. A menudo sufría de eso, también. Antes de Zarya, siempre había tenido a Darling para consolarlo en esas noches. Ellos se quedaban durante horas, con juegos y bromas.Ahora, tenía a Hauk de oponente, pero sólo en la medida que Hauk no estaba con una mujer. Aunque últimamente, Hauk había estado en un período de sequía que rivalizaría con Maris.

-¿Quieres entrar?-

Un rubor se extendió por el rostro de Ture.

Maris sonrió. -No espero conseguirte desnudo, cariño. Nosotros somos amigos.-

Resopló. -No tengo mucho de esos.-

-Bueno, tienes uno en mí.- Maris dio un paso atrás para que pudiera entrar.

Ture todavía estaba indeciso. Durante las últimas dos semanas, había mantenido deliberadamente una gran distancia entre él y Maris. Él sabía que no debía sentirse atraído por el amigo de un amigo, especialmente uno que era tan querido como Maris era para Zarya. Si fueran a participar y no hacer ejercicio, sería difícil para todos ellos. 

Eso era lo último que quería.

Pero esta noche era el aniversario de la muerte de su hermana, y no podía respirar por los recuerdos y el dolor de su pérdida. Sólo necesitaba algo para distraer sus pensamientos por un rato.

Mordiéndose el labio, se dirigió hacia el pequeño sofá que había en el centro de la sala de estar de Maris.

-Wow- susurró, mirando a su alrededor a la zona elegante y espaciosa. -Y pensé que mi habitación era enorme-.

Maris sonrió. -Se trata de cámaras para la reina. Un lugar apropiado, considerando todas las cosas.-

Ture rió mientras se sentaba. -¿Cómo llegaste hasta aquí?-

-Cuando Darling tomó el poder, hizo que me mudara de mi pequeña habitación en el ala de invitados a ésta por lo que estaría más cerca de sus habitaciones, que están al final del pasillo ahora.-

-Apuesto a que hizo levantarse algunas cejas.-

Maris fue a la barra de desayuno en la pared del fondo y le sirvió una taza de té y luego se lo llevó a él. Había un brillo adorable en sus ojos mientras arrugaba la nariz. -Todavía lo hace. Incluso se casó con él, la mitad del personal y la mayoría de los CDS siguen creyendo que es realmente gay y fingiendo ser el marido de Zarya.-

Ture tomó la copa de la mano. -Así que si estas en las cámaras de la reina, ¿dónde se queda Zarya?-

-En la habitación de Darling. Antes de que La Liga les secuestrara a los dos, él creia que era malo dejarla fuera de su vista. Ahora. No estoy seguro de que la permita ir al baño sin él.-

-Sí, pero me gusta eso de él.-

Maris se sentó en el otro lado de la mesa de café, en una silla de peluche cómoda. Cogió su taza de té.

-¿Quieres hablar de lo que tienes en mente?-

Ture desvió la mirada cuando sintió que las lágrimas pinchaban en sus ojos. -Mi hermana murió de cáncer cuando yo era un adolescente, y. . . -Se interrumpió, incapaz de terminar la frase.-Todavía no puedo creer que se haya ido.-

Maris se trasladó a arrodillarse junto a él. Puso una mano sobre la rodilla de Ture.

-Lo siento mucho.-Ture tragó el nudo doloroso en su garganta. -Es tan difícil, ¿sabes? Ella era el único miembro de mi familia que realmente me amaba. La única que no me juzgaba.-

-¿Era tú única hermana?

-No, tambien tengo un hermano imbécil que aparece alrededor cada vez que necesita un favor o dinero.-Maris se burló. -Hermanos imbeciles, sé mucho del tema.-

-Sí, apuesto a que lo haces. ¿Alguno de ellos se mantiene en contacto contigo?-

-Safir. Pero es muy peligroso que lo haga. Tengo la suerte de que me ama lo suficiente para ser estúpido.-Ture rió. -Me encanta la forma en que describes las cosas. Eres único.-

Maris le guiñó un ojo. -Lejos de mí, para ser siempre normal. No me gusta hacer lo que se espera de mí. -Le dio un apretón a la rodilla de Ture y luego regresó a su silla y su té. -¿Qué hay de ti?-

-Definitivamente no eres normal.-

-La normalidad está sobrevalorada.-

-Algunos dias tambien lo esta la cordura.-

Maris se echó a reír. -No podría estar más de acuerdo.-

Ture agitó la crema en su taza de té, mientras observaba la manera elegante en que Maris se movia. Sosteniendo tanta gracia y dignidad. Regio refinamiento sangrando por cada parte de él, a veces, dejaba Ture sentirse inadecuado. Al igual que un paleto torpe. Sin embargo Maris nunca parecía importarle el hecho de que él era de humilde cuna. -Entonces, ¿qué se siente al ser un príncipe?-

-No es diferente de cualquier otra vida, a excepción de lo que tiene que ver con tener mas cuidado a tus espaldas. Abundan los enemigos y periodistas desesperados. Lo hacen a uno muy paranoico.-

-Parece que lo manejas bien.-

-Sobre todo porque no me importa. ¿Qué van a hacer conmigo? ¿Insultarme? ¡Ah, que horror! Que alguien me salve de escuchar la opinión de alguien que no me importa nada.-

Ture negó con la cabeza. -Respeto eso de ti. No me gusta ser criticado. Es como un cuchillo en mi corazón.-

Maris jugó con el asa de su taza. -Creo que se trata de mi infancia, donde fui insultado tanto que yo sinceramente pensé que mi nombre era idiota e imbecil.-

-No lo hiciste.-

-Oh, te lo aseguro, lo hice. Darling es el único quien me llamó por mi nombre.-

-Lo siento, Maris.-

Se encogió de hombros con una indiferencia que Ture estaba empezando a sospechar seria una fachada.

-No hay nada para ti que lamentar más. Todos tenemos nuestras cargas. Sólo algunos de nosotros tenemos que esforzarnos por matarnos vengativamente.-

-Bromeas acerca de estas cosas conmigo.-

-Sí, bueno, intente ser serio una vez y resulto que me hacia el culo gordo. ¿Quién quiere vivir así?-

En ese momento, el impulso de besar a Maris era tan fuerte, que no estaba seguro de cómo se contuvo. Todo lo que podía pensar era en quitarle las capas de ropa, hasta que él le hubiera descubierto en sus brazos. Si Maris era una décima parte de animado en la cama, mientras él se encontraba en una conversación informal, sería un amante increíble.

El enlace de Maris zumbó. Lo sacó y lo comprobó, luego sonrió. -Por favor, perdóname un segundo.- Él lo abrió. -Hey, Hauk. ¿Cómo está mi Andarion exquisito esta noche?-

Ture tragó contra la rara puñalada de los celos que no podía comprender. No tenía derecho a ser posesivo con Maris, y sin embargo. . .

Quería tener el derecho a quejarse cuando Maris coqueteaba con otros hombres.

-No, cariño. De hecho, tengo compañía esta noche.- Maris rio -Sigue hablando conmigo de esa manera y tendrás más de mí de lo que puedas manejar.

Sintiéndose repentinamente torpe, Ture estaba a punto de excusarse cuando Maris terminó la llamada. -Por supuesto. Hablare contigo más tarde.- Colgó.

Ture sabía que debía mantener la boca cerrada, pero no pudo resistirse a preguntar la pregunta más importante en su mente. -¿Novio?-

Maris le dirigió una sonrisa adorable. -Puedes dejar de preguntarme eso. No tengo uno y no tengo ningún interés en estar atado a un solo hombre.-

Eso dolio como una bofetada. -Ah. Tú eres uno de esos.-

Maris arqueó una ceja. -¿Esos?-

-Los jugadores.-

Maris se rio tanto, que se ahogó. -No lo creo. Te aseguro que nunca he juego con las emociones de la gente. Mi único problema es que el hombre que amo se encuentra actualmente en la cama con su mejor amiga.

-¿Darling?-

Él asintió con la cabeza.

-Así que tú y él-

-Nunca le he tocado.-

-¿Ni siquiera un beso?-

-Ni siquiera.- Suspiró Maris. -Estoy siempre atraído por lo que no puedo tener. Es extremadamente irritante.-

Ture conocía esa sensación. -¿Crees que encontraras a alguien?-

-¿La verdad? Dejé de mirar. Sólo hay una cantidad de sueños que un hombre puede haber destrozado en una sola vida. Creo que excedí mi cuota cuando tenía tres años. -Maris tomó un sorbo de su té. -¿Qué hay de ti?-

-Mi trabajo es mi amor. Ningún hombre ha sido tan seductor y tan gratificante. Es lo único que vale la pena de mi tiempo.-

-Así que te gusta la cocina.-

Ture asintió. -Estoy tan casado con ella, como Zarya lo esta de Darling. Es donde paso casi todas mis horas de vigilia.-

-¿Estás nervioso por haber estado ausente de ella durante tanto tiempo?--Estaba. Pero Anachelle me dijo que ella ha estado desviviendose en ella para mi, mientras he estado fuera.-

-¿Anachelle?-

Ture sonrió. -Como Zarya, preferi adoptarla. Ella era camarera en el restaurante donde trabajo y cuando se quedó embarazada, lo perdió todo. Así que le ofrecí una cama y ella ha estado conmigo durante los últimos meses.-

Maris estaba impresionado por su amabilidad. -¿Qué te hizo confiar en ella?-

-Si alguna vez la conoces, lo entenderás. Es muy parecida a Zarya. Vigilada y herida. Sin embargo, hay una esperanza en su interior de que todas sus penurias aún no se han de extinguir. Por no hablar, de que ella es preciosa y amable.-

-Me gusta ya.- Maris se levantó para actualizar sus tés y luego volvio a conversar con Ture hasta que saliera el sol.

Bostezó, Maris se quedó boquiabierto al darse cuenta de la hora que era. No podía recordar la última vez que se había quedado despierto toda la noche hablando con nadie.

Incluso con Darling.

-¿Sabías que son las siete ya?-

La mandíbula de Ture cayó y se volvió a mirar por las ventanas. -¿Dónde se fue la noche?-

-Se convirtió en la luz del día.-

Ture duplicó el bostezo de Maris. -No es de extrañar que este tan cansado.- Al levantarse, gimió.

-¿Estás bien?-

Bostezó más, Ture asintió. Habían pasado toda la noche hablando de todo y de nada. Maris había mantenido definitivamente su promesa de distraer los pensamientos de Ture de su hermana. -Gracias, Maris.-

Él inclinó la cabeza hacia él. -En cualquier momento.-

Ture le beso en la mejilla y luego se dirigió a su habitación.

Maris no se movió mientras su mejilla hormigueaba por sus labios. Labios que quería probar con una locura que no tenía sentido.

¿Por qué estoy siempre atraído por lo que no puedo tener?

Y no tenía ni idea, de qué se trataba de que a Ture le fascinaba eso. Bueno, no es del todo cierto. Había algo en él que Maris encuentraba fácil, hablar con él. Él no tenía ganas de que Ture lo juzgara. Más bien, él parecía estar bien con todos los caprichos de Maris.

Esto fue suficiente para hacer que reconsiderase su voto de soledad. Pero los sueños son para los tontos.

Y Maris lo fue para ser herido.

Traducción: Maikiniky

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