Todavía estoy tratando de orientarme en este nuevo mundo en el que me desperté. Las cosas aquí son tan extrañas. Ayuda mucho el que Styxx no esté muy interesado en abandonar mi templo en Katateros. Está muy feliz de pasar el tiempo tranquillo con Ari y conmigo. Poco a poco estoy aprendiendo más acerca de mi hermano pequeño, que es un encanto y su peculiar humor es sólo comparable al de mi marido y al de mi hijo mayor. Todavía no me he acostumbrado a llamarle a Galen, Urian. Pero me estoy adaptando y aprendiendo.
Uno de mis nuevas y mayores aventuras es explorar el mundo con Tory y con Lydia. Su alegría de vivir es contagiosa. Nunca he conocido a nadie como ellas. Tory se ha ocupado de enseñarme todo lo referente a la Navidad y sus celebraciones. Nosotras tres, junto con Simi, incluso fuimos de compras de Navidad para los bebés y llegamos a casa con algunas cosas interesantes. Lydia y Seth, con su hijo, nos ayudaron a decorar nuestro árbol, que incluso acabó con una botella de salsa de barbacoa que Simi ató a la rama más alta.
Tengo que decir, que mi artículo favorito, el cual Tory insistió que comprara, no lo fue, hasta que vi a Styxx con él después de que bañara a Ari. Fue un gran momento que mi marido adornara a mi hijo menor con un recuerdo de las fiestas que debo compartir. Ahora me voy a envolver el último de mis regalos, llamar a mi padre y a mi hermano, y comprobar que mis hijos y mi esposo están a salvo. Espero que todo el mundo tenga un momento tan mágico como el que nosotros tenemos.
Fuente: Oficial Sherrilyn Kenyon
5 comentarios