Extracto de Born of Defiance

viernes, septiembre 19, 2014

Aquí tenéis un pequeño fragmento del siguiente libro de la Liga, Born of Defiance, que estará a la venta en Mayo:

Hadrian cogió sus manos entre las suyas. "Lo encontraremos, Jayine. No tengas miedo."

"Lo sé, cariño. Solamente espero que aún esté vivo."

Hadrian y Nero intercambiaron una mirada rápida. “Está vivo,” le aseguró Hadrian. “Puedo sentir su fuerza vital. Pero él está... enfadado.”

Ella sonrió ante la única verdad sobre el carácter de Talyn. “Siempre con ganas de pelea.”

Hadrian asintió antes de doblarse al lado de ella. 

Le dolía el corazón, Jayne activó su enlace y cogió la vieja foto que guardaba de Talyn de los antiguos días en los que estuvo en su clase y ella le conoció a él y a Galene. Fue su primer día como aprendiz de profesor en la Academia Brunelle. Nerviosa e insegura, esperó a que alguien la reconociera como la hija de su nefasto padre y la echaran. 

Pero nadie lo hizo. Y conforme la clase fue llenándose de estudiantes en ese primer día, empezó a relajarse. 


Hasta que Talyn entró. En el momento en que lo hizo, una fisura de fricción impregnaba el aire tan densamente que podría haberlo cortado en rodajas con una cuchara sin brillo. 

Con solo ocho años de edad, mantuvo la cabeza alta y entró solo, a diferencia de los otros cuyos padres los habían traído y ayudado a encontrar sus asientos. Sin ninguna palabra y actuando como todo un adulto, Talyn ignoró las bulas de los estudiantes y padres Hyshian que no querían a un Andarion en la mezcla, y fue hasta su mesa. Era tan adorable con su piel de caramelo y sus brillantes ojos blancos. Desde que su pelo negro era más largo, por la moda Andarion, que el de resto de chicos de la clase, Talyn lo tenía recogido bajo una gorra religiosa Azukarian negra, la cual tocaba continuamente para asegurarse de que su pelo no se veía expuesto. 

“Agh, ¿por qué estoy atrapado con eso en mi clase?”

Jayne arqueó la ceja ante la broma de su maestra. “¿Hay algún  problema?”

Ella dirigió su barbilla en dirección a Talyn. “No puedo creer que la administración le permita estar aquí. No tiene nada que hacer en esta clase con los nuestros. Imagina un mundo en el que se mezclaran libremente con nosotros.”

Por la tensión en la mandíbula de Talyn y el dolor en su joven mirada, supo que había oído a la antigua profesora. Pero antes de decirle nada a ella, él sacó sus cosas de la mochila y mantuvo la mirada fija en el suelo frente a su escritorio. 

Poco sabia la estúpida vaca, que la abuela de Jayne era Andarion de pura sangre. Era por ello que fuera tan alta y su pelo negro. Y fueron solo unos prejuicios como esos los que obligaron a su abuela de su mundo natal e hicieron al padre de Jayne el enfadado criminal que fue. 

Sintiendo empatía por Talyn y sabiendo que estaría aun mas nervioso que el resto en su primer día, Jayne se dirigió hacia él. 

“Hola.”

Levantó la mirada hacia ella con un ceño fruncido que decía que no estaba seguro de porque le hablaba. 

“Necesito tu nombre para poder marcarte como presnete.”

En lugar de hablar, el cogió la identificación de su camiseta y se la entregó. 

“¿Talon Batter?” Pronunció mal su nombre intencionadamente para obligarse a hablar. 

Con sus ojos llenos de paciencia, sacudió la cabeza. “Tah-lean BAH-tour.” Su pequeña voz aguda apenas había sido un susurro ronroneante. 

Jayne le ofreció su mano. “Soy la Señorita Erixhour. Es un placer conocerte, Talyn.”


Traducción: María Pérez
Fuente: Official Sherrilyn Kenyon

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