Extracto de Deadmen Walking
lunes, octubre 24, 2016
¡Sigue leyendo en la entrada completa!
Soucouyant.
Al menos todavía no.
La vacilación de Devyl demostró ser prudente cuando uno de los tripulantes del Soucouyant agitó una bandera blanca de parlamento sobre su cabeza, al mismo tiempo que bajaban la bandera roja con la Cruz del Capitán y la reemplazaban con una bandera blanca.
Pero nunca se sabía a ciencia cierta y él no estaba dispuesto a arriesgar su buque o su tripulación.
Echando un vistazo a Thorn por encima del hombro, llamó la atención del demonio.
-Ese tal Santiago te conoce demasiado bien como para intentarlo.
Por favor, intentarlo.
Fiel a su naturaleza, el capitán del Soucouyant, Rafael Santiago se adelantó hacia la parte superior del riel hasta que se detuvieron lo suficientemente cerca para pasar de su cubierta a la de Devyl.
Igual de alto que Zumari, Rafael tenía los hombros anchos y musculosos. Su piel oscura estaba cubierta de tatuajes en ambos brazos, el cuello y hasta en la cabeza, que llevaba afeitada.
Devyl fue uno de los pocos que conocía el verdadero origen del Capitán Cruz o Rafael Christoph Santiago, su nombre de nacimiento. Hijo de Masika, esclavo liberado de Etiopía, y padre "comerciante", Cristóbal Cruz Gabriel Santiago, Rafe había aprendido el oficio bucanero a bordo del barco pirata del capitán Cris Cruz de la mano de su querido padre. Y para el horror de su madre, era una orgullosa tradición familiar que se llevaba a cabo a pesar de la ley y el sentido común.
Valiente y audaz como cualquier pirata de segunda generación, Rafe ignoró a sus acompañantes y se acercó a Devyl.
Resoplando, Devyl cruzó los brazos sobre el pecho.
-De eso trata la vida, amigo mío. Sin riesgo no hay recompensa.Devyl sacudió la cabeza. El saqueador tenía más novillos que cerebro.
-¿Por qué no? Estoy aquí.
Ahora era Rafe el que parecía perplejo.
-¿Amigo? -preguntó Rafe.
-Más bien hermanos -la sonrisa sarcástica en el rostro de Thorn hizo que Devyl quisiera golpearle hasta que aquella expresión desapareciera para siempre. Sobre todo porque el bastardo tenía su alma y el control total sobre él: dos cosas hacían que le doliera hasta el último pedazo de su ser.
Hermanos, una mierda. Más bien era como la viruela o la peste en su anatomía privada.Rafe dio la mano a Thorn y dio un paso atrás.
-Como la espina que tenemos clavada en nuestra entrepierna -murmuró Devyl.Rafe se rió.
Rafael le miró de forma inocente y muy exagerada.
-Fue un error mientras iba borracho. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?
-Hasta que me lo crea, que será nunca.
Thorn sacudió la cabeza y suspiró antes de balancearse hasta la nave de Rafe. Le pasó la soga a Rafe, quien hizo lo mismo.
-Son los beneficios de una reputación sin corazón y una estocada rápida.
Thorn se rió ante el tono hosco de Devyl mientras cruzaba la cubierta para ponerse a su lado. Aunque nunca lo admitiría en voz alta, en realidad sentía respeto y afinidad por el guerrero.
Y sin embargo hubo un tiempo en el que Thorn habría degollado a su propia madre por haber estado al mando de un general de sangre fría y despiadado como Devyl Bane. Incluso a un guerrero con la mitad de las incomparables habilidades de un demonio en combate. Era algo bueno que el niño no había nacido hasta mucho después de que Thorn se rebelara contra su padre, y abandonara su causa por un objetivo mucho más noble y amable.
Como señores de la guerra, unidos habrían postrado a este mundo de rodillas y gobernado cada parte de Terra Firma. En retrospectiva, un pensamiento aterrador. Así que gracias a Dios, Bane había nacido siglos más tarde y ninguno de los generales originales de Thorn había sido tan fuerte o capaz.
Rafe les indicó que lo siguieran bajo cubierta.
Con muchas sospechas y cautela, Devyl lanzó otra mirada amenazadora alrededor de la nave y a su tripulación antes de bajar con Thorn justo detrás de él.
Era un bastardo irritante.
Los ojos de Devyl solo tardaron un momento en acostumbrarse a la oscuridad. Pero el olor era inconfundible allí abajo.
Único y repugnante para cualquier bestia que estuviera familiarizado con él.
Parecía almizcle seco, mezclado con algo deteriorado. Un escalofrío le recorrió la columna vertebral. Movió instintivamente su mano a la espada y se preparó para hacer frente a algo que debería estar muerto y enterrado.
-Es un jumbie.
Era un Blackthorn. Uno de los más mortíferos de su raza.
"Don-Dueli. . . -la voz de la criatura era baja y ronca, y llena de maldad-. Libéradme, mi señor, y le serviré otra vez."
Sintió que sus ojos comienzan a cambiar. Algo que confirmó la tripulación que subía por las escaleras apresuradamente, intentando escapar de él.
-En realidad no -Devyl hizo una pausa para mirar a su alrededor-. ¿Habeís encontrado a alguien cerca de eso? -inclinó la cabeza hacia el demonio en la jaula.
-No. La encontramos en un barco fantasma. No había nadie a bordo y no había rastro de la tripulación. Ni siquiera fragmentos de hueso. Asumimos que habían abandonado el barco para escapar de ella.
Lo más probable es que se los comieran antes de que tuvieran oportunidad de huir. Devyl hizo una mueca ante aquel destino.
-Parecía bastante agradable al principio. Nos dijo que una enfermedad se había llevado a los demás. Luego se tiró a lmi garganta. . . con los colmillos al descubierto.
-¿Cómo la atrapaste?
Rafe señaló el talismán que llevaba en un cordón negro alrededor de su cuello.
4 comentarios