Extracto exclusivo de Stygian

jueves, enero 11, 2018

Tras todas las vacaciones sin tener muchas noticias, hoy os traigo una gran novedad... ¡el primer extracto de Stygian, el libro de Urian! Este ha llegado por correo electrónico a todos los suscriptores de la newsletter de Sherri en exclusiva. Como siempre, os lo he traducido por completo para que podáis disfrutarlo. No tiene desperdicio.

¡Lee la entrada completa para acceder al extracto!



5 de marzo, 9514 A.C.

-¡Urian! ¡No te esperaba! ¿Qué estás haciendo aquí?

Él casi olvidó esconder los colmillos ante la felicidad que le causaba la adorable sonrisa de su madre.

-Es tu cumpleaños, Mata. Tenías que saber que no me lo perdería.

Ella le abrazó con fuerza poniéndose de puntillas. Urian cerró los ojos y saboreó lo que más echaba de menos de no tenerla ya en Kalosis.

El abrazo lleno de amor de su madre.

Lo había echado tanto de menos que apenas había sido capaz de esperar hasta la noche para ir a visitarla a su cabaña.

-¡No me puedo creer que estés aquí! ¡Estoy encantada de verte!

Él se encogió de hombros y le dio la pequeña caja que tenía en las manos.

-Ojalá hubiera venido antes o pudiera quedarme más.

Con una cálida mirada en sus ojos azules, ella le apartó suavemente el pelo de la cara.

-Mi precioso Urimou… -ella inclinó la barbilla hacia su cabaña-. ¿Por qué no…?

-No, Mata –dijo él, deteniéndola antes de que ella le invitara a su casa-. No debes.

-No seas bobo.

-No quiero arriesgarme.

-¿Hellen? ¿Estás bien?

Urian dio un paso atrás mientras un hombre anciano salía con su candil.

-Estoy bien, Memnus. Mi hijo ha venido de visita.

-¡Tu hijo!

Urian maldijo en voz baja a medida que el anciando de barba, que iba vestido con un quitón marrón y un gorro de lana, iba directo hacia ellos.

Se paró en seco en el momento que su tenue luz iluminó la ennegrecida armadura de Urian y vio lo alto y musculoso que era. Se quedó boquiabierto.

-Vaya… No sabía que tu chico fuera un soldado.

Un brillo divertido asomó en los ojos de su madre. Por necesidad, todos los apolitas lo eran. O aprendían a luchar o morían.

-Sí que lo es. Como todos mis hijos, y su padre.

Los ojos del anciano brillaron con calidez.

-Sé que estás orgullosa de ellos –él le tendió la mano a Urian en señal de amistad-. Vaya, me recuerdas al Príncipe Estigio, vaya que sí. Eres su vivo retrato, sí.

Estrechando su mano, Urian frunció el ceño. Solo sabía de una persona que tuviera ese apodo.

-¿Estigio de Didimos?

-Sí. El mejor comandante militar que ha existido. Serví con él cuando era joven, sí. Estuve allí en su primera batalla en Halicarnaso, sí. Y nunca la olvidaré –resoplando, sacudió la cabeza-. No parecía más que un flacucho niño mimado, y que su casco sonaría como una campana si le golpeaban en batalla. Y nos burlábamos de él cuando montaba en un caballo que valía más que muchos ejércitos en aquellos tiempos. ¿Quién nos habría culpado? Un principito rico sin ninguna experiencia en batalla. Pensábamos que estaría muerto al caer la noche por su falta de experiencia liderando. Que era un insulto que estuviera allí para comandarnos. Pero nos demostró lo contrario, sí. Nunca había visto un coraje como el que él mostró ante los Atlantes ese día. Ninguno de nosotros. Tenía la fuerza y la sabiduría de los mismísimos dioses. La habilidad con la espada de Ares. La fuerza del poderoso Atlas. No se inclinaba ante nadie. Por eso aún llevo hoy el emblema de nuestro ejército.

Urian arqueó una ceja mientras el anciano sacaba la cadena que colgaba de su cuello para enseñarle un medallón que llevaba una pieza roja esmaltada. En el centro había un fénix negro resurgiendo con las palabras ‘yo defiendo’ sobre su cabeza.

El anciano sonrió con orgullo mientras lo señalaba.

-Este es el emblema para la Omada Estigia, sí.

La pieza fascinó a Urian, que siguió el relieve con su dedo.

-¿Omada Estigia?

-Sí. Así como se nos conocía en aquellos tiempos. Aquiles tenía a sus Mirmidones. Jasón a sus Argonautas. Estigio a sus Estigiai. Y estoy orgulloso de haber sido uno de ellos –lo cogió con la mano y lo apretó en el puño de Urian-. Toma. Deberías cogerlo.

Urian estaba asombrado con el regalo.

-No, señor. No puedo aceptar algo tan valioso.

-Adelante, insisto. Por favor. Nunca tuve un hijo o un nieto, y mis hijas y mis nietas están cansadas de mis viejas historia de guerra, sí. Antes de que muera, debe ir con un guerrero que le traiga honor de nuevo. Su alteza lo habría aprobado, sí.

Urian frunció el ceño ante sus palabras.

-Habla de él como si estuviera muerto.

Los ojos del anciano se volvieron oscuros y tristes.

-Por desgracia, lo está. Se lo llevaron los dioses demasiado pronto, sí.

-Lo siento.

Las lágrimas se agolparon en los ojos de Memnus.

-Gracias. Fue un día horrible, desde luego. -con un suspiro de rabia, dio una palmada al brazo de Urian-. Pero toma, ya me he entrometido bastante. Pasa tiempo con tu madre. Ha sido un placer conocerte, joven Urian.

-Igualmente –Urian sostuvo el medallón-. Gracias de nuevo. ¡Lo atesoraré!

Él le sonrió y volvió a su casa.

Tan pronto como se fue, su madre envolvió el puño de Urian con su mano por encima del medallón. Se volvió para mirarle con preocupación.

-Un consejo de sabios, tesoro mío, no le digas nada a la diosa y especialmente a tu padre.

-¿Por qué?

-Estigio de Didimos no era amigo de ninguno de ellos. Era hermano de sangre de Ryssa.

Urian sintió un nudo en el estómago ante las noticias.

-¿La amante de Apolo?

-La misma. Y él murió el día que ella murió. Algunos dicen que por la mano de Apolimia. Otros que fue Apolo quien lo mató. Sea como fuere, solamente le querían sus soldados. Aquellos a los que conquistaba… no le querían en absoluto.

Eso era evidente.

Aun así, sentía curiosidad sobre el legendario príncipe y comandante.

-¿Le viste alguna vez?

Ella negó con la cabeza.

-Solamente conocí su reputación. Pero lo que Memnus dijo era verdad. Era amado por sus hombre e implacable en la batalla. Nadie le derrotó jamás.

Vaya… Urian lo admiraba. E hizo que mostrara interés. Como su padre, respetaba a cualquiera que pudiera defenderse en batalla. Cuando más pudiera saber alguien de estrategia, mejor.

Pero primero, tenía que terminar de celebrar un cumpleaños.


Después se centraría en enfurecer a su padre y a la diosa que les protegía.

-·-

Stygian saldrá a la venta en su versión original inglesa el próximo 4 de septiembre de 2018.


Fuente: Newsletter Sherrilyn Kenyon

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